Madrid. Un autocine de Madrid estrenó el miércoles su temporada de verano post-confinamiento al ritmo del mítico musical de 1978 Vaseline, con la intención de evadirse de la situación originada por la pandemia de coronavirus.
Las salas tradicionales, así como el resto de lugares de entretenimiento en interiores, permanecen cerradas mientras España, uno de los países más afectados de Europa por el virus, sigue aliviando gradualmente las restricciones por la pandemia.
Pero el Autocine Madrid RACE, donde los espectadores permanecen seguros en sus coches, tuvo luz verde para reabrir.
"Parece que el autocine se ha hecho para vivir con este tipo de virus", dijo a Reuters su cofundadora Cristina Portas.
Aún así, el cine ha reducido su aforo a 100 coches e introducido medidas de distanciamiento social.
"Tenemos un servicio de comida al coche que, si quieres, en ningún momento bajas del vehículo", dijo Portas.
Los autocines están experimentando un resurgimiento en otras partes del mundo a medida que la industria del ocio busca maneras de hacer frente a las limitaciones por la pandemia, con ejemplos en Lituania, Dubái, Estados Unidos y Cannes, en Francia.
En el autocine de Madrid, los acomodadores, ataviados con chaquetas reflectantes y protectores faciales guían a los coches a los espacios marcados, asegurando el distanciamiento.
Mientras el sol se ponía sobre la ciudad, John Travolta y Olivia Newton-John bailaban en la gran pantalla, bajo la cual se exhibían dos coches clásicos de los 50, transportando a los espectadores a la vida de esa escuela estadunidense, lejos de las preocupaciones de la pandemia.
Una de las espectadoras, Belén, explicó tras una mascarilla el atractivo de contemplarlo desde el asiento del pasajero.
"Es una forma de ocio que es segura para el momento en el que estamos (...) Es muy divertido y ponen películas muy buenas", contó.