El rápido contagio de Covid-19 “en todos los países” de América Latina, los cambios en los flujos de capital y bajos precios de los productos básicos implicarán “una contracción extraordinariamente profunda” en la región este año, estimó el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por su sigla en inglés).
Prevé un decrecimiento de 7.5 por ciento en 2020, con ello, la pérdida acumulada de ingresos reales en la región será “un poco más profunda que en la crisis financiera mundial”, subrayó.
“Incluso si una pronta recuperación se sostiene en América Latina, el legado de un largo período de malos resultados de crecimiento pesará en el espacio de políticas y generará una perspectiva política y social desafiante”, destacó al publicar nuevos previsiones de crecimiento para la región.
La característica más llamativa de esta recesión es su velocidad. Un solo trimestre le costará a la región cerca del 10 por ciento de su producción. En 2008, la recuperación fue fuerte, y en cinco trimestres devolvió los ingresos reales a los niveles previos a la crisis, agregó el IIF.
Para el caso de México, expuso que el persistente estancamiento que ya acarreaba el crecimiento y el impacto de la crisis actual llevarán la actividad económica “muy por debajo” de la tendencia de los últimos años, se prevé que se contraiga 8.7 por ciento.
Mientras en Argentina, la enfermedad llegó cuando la economía comenzó a estabilizarse tras la crisis financiera de 2018. En dicho sentido se espera que la pérdida acumulada de ingresos “será colosal y comparable a 1998-2002” con una contracción de 9.7 por ciento. Mientras Brasil acarrea un recuperación “lenta y muy incompleta” de la recesión de 2015-2016, se estima una caída de 6.9 por ciento en el producto interno bruto.