Aunque su fallecimiento se suscitó el pasado miércoles, en el poblado de San Nicolás, de donde era originaria, fue hasta la noche del sábado cuando la noticia fue confirmada por el gobernador hidalguense Omar Fayad Meneses.
A ella se le atribuye la elaboración del primer tenango, una de las creaciones más emblemáticas de nuestro estado. Su legado quedará bordado en la historia de Hidalgo. Mi más sentido pésame para su familia
, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
La escritora nicaragüense Magda Bello, Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2018, quien en junio de 2019 se entrevistó con la hija de la bordadora, Gláfira Candelaria José, durante una visita a Hidalgo, a propósito de la Feria Infantil del Libro, lamentó el deceso en entrevista telefónica con La Jornada. Bello consideró a doña Josefina como una de las principales representantes de la cultura indígena de México.
Reveló que en su próxima novela, cuyo título no reveló, hará un homenaje a las artesanas del municipio hidalguense de Tenango de Doria, en particular a Josefina José Tavera.
La voy a inmortalizar en esta obra, así como la esencia y la tradición de nuestros antepasados representados por doña Josefina José Tavera y otras artesanas de la región otomí Tepehua de Hidalgo.
Con esa intención había prometido regresar a México e ir al municipio de Tenango de Doria, para visitar a Gláfira y a doña Josefina. Por desgracia, se me adelantó; ya no tendré el gusto de conocerla
.
No obstante, Magda Bello adelantó que en cuanto termine la contingencia por la pandemia de Covid-19 y se reanuden los viajes internacionales, buscará venir a México para ir en busca de datos y anécdotas que agregará al capítulo de su novela dedicado a las artesanas.
Por su parte, Priscila López, nieta de doña Josefina, a manera de homenaje, relató en su cuen-ta de Facebook que fue en la década de 1960 cuando, de forma un tanto fortuita, doña Josefina inventó el primer bordado de Tenango.
“Fue por problemas económicos que buscó la manera de alimentar a sus hijas. Así que compró un pedacito de manta y llegando a su casa lo dibujó. Plasmó animales y flores, como perros, gatos, gallinas, pájaros, entre otras figuras.
“Cuando por fin terminó la primera y única pieza, su mamá, Guadalupe Tavera Cristóbal, fue a Pahuatlán a venderlo, y un señor de ese mismo pueblo lo compró y fue a México a hacerle promoción.
La pieza tuvo mucho éxito; incluso, el señor pidió más. Fue así como doña Josefina enseñó a bordar a otras mujeres para cumplir con el pedido. El legado de esta talentosa mujer perdurará por generaciones.
Hace un año, con el argumento de hacer un homenaje
a las artesanas indígenas de Tenango de Doria, la casa de modas internacional Carolina Herrera lanzó una línea de ropa adornada con los característicos bordados, plagio que de inmediato fue denunciado por el gobierno federal de México y por las mismas artesanas.
En una manifestación en el Congreso de Hidalgo, encabezada por Gláfira Candelaria José, donde también se entrevistó con la escritora Magda Bello, las artesanas exigieron a los diputados locales de la entidad apoyo jurídico para proteger la autoría intelectual de los bordados y evitar así más plagios.