Río de Janeiro. El gobierno del presidente Jair Bolsonaro prorrogó el cierre de todas sus fronteras por 30 días, cuando Brasil alcanzó la marca del segundo país con mayor contagios de coronavirus en el mundo sólo detrás de Estados Unidos.
La decisión aplica tanto a las fronteras terrestres como las aéreas, y excluye el tráfico comercial. Brasileños y residentes en el país quedaron exceptuados en la decisión, publicada en el Diario Oficial el viernes por la noche, al aducir “razones sanitarias”.
Brasil reportó más de 330.000 casos confirmados de Covid-19 el viernes, superando a Rusia. Además, más de 21.000 fallecieron desde la llegada de la pandemia. Expertos consideran que podrían haber más casos de los reportados oficialmente debido a la falta de capacidad de pruebas en masa.
Desde la llegada de la pandemia, el presidente Bolsonaro ha minimizado al coronavirus, llamándola una “gripecita”, y se ha mostrado más preocupado en el daño económico que puede generar la paralización de la actividad económica.
La propagación prácticamente descontrolada del virus en Brasil ha generado una alerta regional entre sus países vecinos, temerosos de que eventualmente pueda propagar otros focos menores de la enfermedad en el continente.
En América Latina se registraba a la fecha casi 525.000 contagios y más de 33.000 muertos, y Brasil tiene la mayor cantidad de infecciones y decesos.
A nivel mundial se han infectado más de 5,2 millones de personas y muerto más de 338.000, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.