Buenos Aires. El gobierno argentino no pagó la deuda de 503 millones de dólares por los intereses de la deuda de tres series de bonos Global que vencieron el viernes y se anunció que las negociaciones con los acreedores se extienden hasta el próximo 2 de junio. Esto no significa un default (cesación de pago) tradicional porque se considera que existe un interés mutuo en llegar finalmente a un acuerdo, mientras que tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como otros organismos siguen caracterizando a la deuda argentina, que se disparó durante la pasada administración de la alianza derechista Cambiemos, como “insostenible” y agravada por la crisis mundial que profundizó la pandemia de Covid-19.
Debido a que los Bonos Global AA21, AA26 y AA46 son parte del paquete canjeable, el gobierno del presidente Alberto Fernández optó por diferir el pago en una nueva prórroga teniendo en cuenta que los acreedores extranjeros también tienen interés en un acuerdo.
Fernández advirtió la semana anterior que “desde el pasado diciembre de 2019 el país está en default” o por las condiciones y el endeudamiento de casi 200 mil millones de dólares en respuesta a la fuerte embestida de lo que llaman aquí la “mesa mediática” de los medios masivos de comunicación, que hacen parte de la campaña política de la derecha local.
El embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Arguello, sostiene en un correo electrónico enviado a la comunidad argentina y personalidades del país que “ante la perspectiva de llegar a un acuerdo con sus acreedores sobre los nuevos términos de sus bonos, Argentina aplazará este pago hasta que se llegue a un acuerdo con los acreedores y se acuerden nuevos términos sobre los intereses a pagar por dichos bonos”.
Recientemente un grupo de reconocidos economistas internacionales se solidarizaron y apoyaron al gobierno argentino en sus posiciones ante la deuda heredada, que se une a una herencia marcada por los altos índices de pobreza, la indigencial desempleo, la destrucción de empresas estatales y privadas, especialmente entre las Pequeñas y Medianas (PYMES) claves para el país, del sistema público de salud entre otros. En este último caso, el gobierno ha invertido las ayudas que llegaron en el marco de la pandemia, y logró poner en marcha varios hospitales cerrados por el gobierno anterior, y de la misma manera, asegurar una red social de protección a millones de personas que integran el alarmante cinturón de pobreza.