Ciudad de México. La industria automotriz de México pidió a Javier Corral Jurado y a Miguel Barbosa Huerta, gobernadores de Chihuahua y Puebla, respectivamente, una reunión para que las empresas de ese sector establecidas en esos estados reanuden su operación y no se interrumpa la cadena productiva de América del Norte.
En dos cartas por separado, la Industria Nacional de Autopartes (INA), la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact) expresaron a los mandatarios locales que de no reanudarse las operaciones en las plantas, las consecuencias serán el desempleo, la falta de competitividad y la perdida de confianza de los clientes de las empresas en el extranjero.
Destacaron que en las últimas semanas han desarrollado en conjunto con el Instituto Mexicano del Seguros Social (IMSS) protocolos sanitarios para que sus trabajadores puedan continuar sus actividades en las fábricas.
Destacaron que dicho proceso, que está al nivel de otros implementados en Asia, Europa y Estados Unidos, garantiza un regreso al trabajo que es gradual, ordenado y cauto, con el fin de evitar un brote de contagio de Covid-19 al interior de los centros de trabajo.
Ante estas medidas solicitaron una reunión virtual, por separado, con Corral Jurado y Barbosa Huerta, con la finalidad de darles mas detalles sobre los protocolos sanitarios.
La industria automotriz señaló en ambos casos que las empresas establecida en dichas entidades forman parte de la cadena global del sector, por lo que de no reanudar las actividades se provocará una disrupción en la cadena productiva de la región de América del Norte, Europa y Asia.
Las armadoras en el país, incluidas las establecidas en Puebla y Chihuahua, suspendieron sus operaciones a finales de marzo, en linea con las medidas tomadas en Estados Unidos, Canadá y otros países, pero decidieron extender la paralización para acatar las disposiciones hechas por el Consejo General de Salubridad, ya que la industria automotriz no fue considerada actividad esencial. Sin embargo, en otras latitudes la operación ha reiniciado, por lo que México lleva hasta el momento un atraso de una semana en comparación con el sector estadunidense.