Zacatecas. Contraviniendo las disposiciones generales ordenadas por el ayuntamiento de la ciudad de Zacatecas respecto a la sana distancia por la pandemia de Covid-19, donde se prohibieron las reuniones públicas, así como la celebración de actos de culto-, sin embargo ha trascendido la realización de una misa "semi -clandestina”, en la parroquia católica de Fátima, en la colonia Sierra de Álica.
Como se hace en otros estados del país, la iglesia católica dispuso que sus sacerdotes oficiaran misas que serían transmitidas a sus feligreses por internet, para evitar contagios por el Covid-19.
Sin embargo, en el caso de Zacatecas, el pasado sábado 16 de mayo, en la parroquia de Fátima –en la colonia residencial Sierra de Álica, donde también se ubica la Casa de Gobierno del Estado-, se ofició una misa que se transmitió por internet, en el portal de Fcebook de la Diócesis de Zacatecas.
Pero “detrás de cámara”, se encontraban al menos doce feligreses que entraron a dicho templo, por la sacristía del lugar, clandestinamente, intentando engañar a las autoridades civiles, ya que el acceso principal y los dos laterales del inmueble, han permanecido completamente cerrados.
Ésta no sería la primera “misa clandestina” que se oficia en ese templo en plena crisis del Covid-19 en Zacatecas. De hecho fue una de las 12 personas que ingresaron irregularmente a ese templo, quien con su teléfono celular, video-grabó durante varios minutos la realización de la misa, enfocando no solo a los sacerdotes que oficiaban la misa, sino también a los feligreses –mujeres y hombres-, ahí presentes.
El video fue difundido en redes sociales y fue retomado por medios de comunicación locales, volviéndose viral su transmisión, sobre todo porque el sacerdote principal que ofició la homilía, tenía tos seca –lo hizo en el menos cuatro ocasiones en un fragmento de video-, pero además no portaba cubre bocas, ni guantes, y así dio la eucaristía (ostia), en su boca, a varios de los feligreses presentes.
Los sacerdotes que oficiaban la misa habrían descubierto que una de las personas estaba video grabándolos, y la Diócesis de Zacatecas “eliminó” el video oficial de esa misa (donde el sacerdote tose en repetidas ocasiones). Horas más tarde, ese mismo sábado 16 de mayo, en una transmisión inusual, el obispo Sigifredo Noriega Barceló emitió un video mensaje, denominado “Comunicado 6, Covid-19”, de nueve minutos, donde se pide a todos los feligreses, “a seguir y acatar las decisiones oportunas, para el momento crítico que vivimos”.
Asimismo el obispo de Zacatecas señaló que en la iglesia católica “hacemos nuestras las recomendaciones generales dadas a conocer por las autoridades sanitarias federales, estatales y locales. Hoy más que nunca, debemos estar unidos, mirando el bien común”.
Finalmente, plantea Noriega Barceló, se seguirán “en especial, las decisiones e instrucciones, de las autoridades de los estados de Zacatecas, San Luis Potosí y Jalisco, sobre las estrategias a seguir, para prevenir contagios, y promover la salud integral”.
“Estaremos en comunicación permanente para atender la decisión de la reapertura de los templos y la celebración del culto público, somos conscientes de que la reapertura debe ser gradual, ordenada, cauta, prudente, solidaria y generosa”.