San José. La reapertura del torneo de fútbol profesional en Costa Rica esta semana — el primer país latinoamericano en hacerlo en medio de la pandemia del coronavirus —se daba sin el fervor del público en las tribunas y con estrictas medidas sanitarias.
El balón volvió a rodar en el país centroamericano de 5 millones que parece estar haciendo las cosas bastante bien en sus esfuerzos por contener el virus y mantener una baja letalidad, a diferencia de otras naciones futbolísticas de la región que enfrentan panoramas oscuros y sin fechas claras para el reinicio de sus campeonatos.
La reanudación de la liga se da como parte de las medidas anunciadas en días recientes por las autoridades para ir retomando actividades de forma gradual en medio de la cuarentena, que entre el 16 y 31 de mayo incluyen visitas limitadas a playas, parques nacionales y deportes como el fútbol sin espectadores, entre otras.
Ello resultó posible en un país que ha logrado, a juzgar por las cifras del Ministerio de Salud, contener la propagación y registrar una de las tasas de muertes por COVID-19 más bajas en Latinoamérica. Los casos confirmados a inicios de semana se acercaban a los 900, con apenas diez decesos, cuando en la vecina Panamá, para citar un caso, los fallecidos superaban los 280.
“Gracias al comportamiento de los ticos se ha podido controlar la pandemia”, aseguró la semana pasada el jerarca de la liga de primera división de Costa Rica, Julián Solano. “Este mensaje no es solo un ejemplo en el fútbol, es un ejemplo para el mundo en una situación de salud que nos ha afectado a todos”.
Fue una referencia a lo que dicen los expertos de salud sobre que una de las razones que han ayudado al país en la contención de la enfermedad es que sus ciudadanos han acatado puntualmente las medidas de confinamiento, además de las acciones tempranas del gobierno para frenar la propagación desde el momento en que se dieron los dos primeros casos en dos turistas estadounidenses.
Solano y los dueños de 12 clubes tuvieron que comprometerse a cumplir todos los protocolos de bioseguridad y acordar temas de salarios con los jugadores para volver a poner en marcha la liga, que se había suspendido el 15 de marzo por la pandemia.
La noche del martes se dio el silbatazo para abrir la 16ta fecha del torneo Clausura con dos partidos y victorias del Alajuelense — uno de los equipos referentes — sobre Cartaginés 2-0, y de Guadalupe ante Limón 1-0. El miércoles se daba el regreso del puntero Saprissa frente al Herediano, entre otros duelos.
Arturo Campos anotó el gol de la victoria para Guadalupe, pero debió celebrarlo sin besar el balón y evitó el festejo grupal en la cancha, como medidas de salud exigidas por la pandemia, y sin aplauso alguno en las gradas.
“Es un gol extraño”, dijo Campos. “No estamos en las mejores de las formas, pero es una alegría regresar y marcar”.
A diferencia de Costa Rica, para el resto del hemisferio era incierto el panorama de reinicio del fútbol, particularmente en países que lidiaban con altas cifras de contagios y fallecidos. En Sudamérica, Uruguay asoma como el más próximo a reanudar su campeonato.
En México, los dirigentes del fútbol aún no definen qué es lo que ocurrirá con el torneo Clausura, que se detuvo el 15 de marzo tras jugarse la décima de las 17 fechas del calendario regular.
Un grupo de propietarios se inclina por cancelarlo y declarar desierto el título, mientras que otro apuesta por reanudar sin importar la fecha.
Costa Rica, en cambio, sí parece que coronará a un campeón en el terreno.