Washington. Donald Trump amenazó con cerrar el grifo de la financiación a la OMS si ésta no hace "mejoras sustanciales" en los próximos días, incluso aseguró que podría sacar a Estados Unidos de la organización por su manejo de la pandemia de coronavirus, que ya se ha cobrado más de 317 mil vidas en el mundo.
"Si la Organización Mundial de la Salud no se compromete a realizar mejoras sustanciales en los próximos 30 días, haré que mi congelación temporal de los fondos de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud sea permanente y reconsidere nuestra membresía en la organización", escribió el mandatario en una carta dirigida al director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
"Está claro que los reiterados pasos en falso de usted y su organización para responder a la pandemia han sido extremadamente costosos para el mundo. La única forma de avanzar para la Organización Mundial de la Salud es si realmente puede demostrar independencia de China", añadió el mandatario.
Trump había acusado horas antes a la organización de ser "una marioneta de China".
La amenaza de Trump se produce el mismo día en que Ghebreyesus anunció una revisión independiente, "lo más pronto posible, en el momento apropiado", sobre la respuesta que la agencia de la ONU y sus Estados miembros dieron a la pandemia, surgida a finales de diciembre en China.
A pesar de la tensión entre la OMS y Washington, signos de optimismo surgieron el lunes después de que Francia y Alemania plantearan un plan de reactivación de 500.000 millones de euros para hacer frente al impacto económico de la COVID-19, y los preliminares pero muy alentadores resultados para desarrollar una vacuna.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, propusieron que la Comisión Europea financie y apoye la reactivación económica recurriendo a los mercados de deuda "en nombre de la UE" y que luego entregue ese dinero a los países europeos y a "los sectores y regiones más afectados".
Falta que París y Berlín convenzan al conjunto de los Estados miembros de la UE. Austria ya pidió que las ayudas de la UE se realicen en forma de préstamos y no de subvenciones.
Por su parte, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, aplaudió la iniciativa: "La propuestas francoalemanas son ambiciosas, específicas y bienvenidas".