Ciudad de México. La reacción de política económica de México “ha sido deficiente”, por lo que el país debería de implementar una política más agresiva para paliar el impacto de la fuerte recesión que se avecina sobre el sector productivo, las familias y el empleo, advirtió Alejandro Werner.
El jefe del Departamento para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI) argumentó que “el país tiene espacio para diseñar una respuesta más agresiva no solamente para proteger al sector informal, elevando el tamaño de la cobertura de los programas sociales y las transferencias en efectivo, sino también apoyando al sector productivo y protegiendo el empleo”.
Al participar en un seminario por Internet con los miembros del US-Mexico Business Association, expuso que México tiene poderosos amortiguadores en los que puede confiar, como importantes líneas de crédito externas por las que ha pagado comisiones en los últimos 10 años.
“Dichos significativos amortiguadores podrían permitirle al país implementar una respuesta más agresiva que permita minimizar el efecto de este choque significativo en las familias y colocar al país en una mejor posición para una rápida reactivación una vez que se comience a abrirse la economía”.
Para Werner, dichos recursos también podrían permitir financiar los gastos necesarios en el sector salud para atender la epidemia, ya que el país tiene un relativamente deficiente servicio de salud medido por el número de camas per cápita en hospitales y en la cobertura de servicios de salud.
Al recordar que FMI estima que la economía mexicana caerá 6.6 por ciento este año, advirtió que se ha subestimado el impacto de la recesión, toda vez que el sector automotriz y turístico sufrirán un fuerte impacto, mientras que la inversión ha venido decreciendo por dos años consecutivos y las expectativas para sostener la inversión privada han sido significativamente afectadas.
Por otra parte, destacó, por mucho tiempo las finanzas públicas de México fueron altamente dependientes del petróleo, pero ahora la caída de los precios del crudo hace más evidente que se necesita una reforma fiscal.
Sobre los recientes cambios en el sector de energía, indicó que sería deseable dar marcha atrás y que México encuentre un buen equilibrio entre la producción de energía barata entre las diferentes fuentes, incluyendo las renovables, pero también un mejor equilibrio entra la producción entre el sector público y privado.