Ciudad de México. La violencia contra periodistas y activistas sigue cobrando vidas en el país. La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) aseveró que en 2020 se han suscitado los asesinatos de dos periodistas y seis activistas, por hechos aparentemente relacionados con su labor.
Los más recientes son los homicidios en Sonora de Jorge Miguel Armenta, director del periódico Tiempo (donde también fue ultimado un policía municipal que se desempeñaba su escolta del comunicador); y del defensor ambiental Eugui Roy Martínez, en Oaxaca.
El organismo internacional condenó esos crímenes y exigió a las autoridades investigar, juzgar y sancionar a los autores materiales e intelectuales de esos crímenes.
Jesús Peña, representante adjunto de la ONU-DH en México, censuró los dos homicidios. “Los defensores de derechos humanos y los periodistas juegan un papel fundamental para que todas las personas podamos disfrutar de nuestros derechos. Sin un ambiente propicio y seguro para que puedan realizar sus labores, la democracia se vuelve un concepto meramente formal”.
Agregó que los crímenes contra los integrantes de ambos gremios deben ser percibidos como ataques a toda la sociedad y las autoridades están en la obligación de realizar los esfuerzos que sean necesarios para asegurar que son sancionados todos los responsables.
La ONU-DH llamó al Estado mexicano a garantizar que las instituciones encargadas de proteger a personas defensoras de derechos humanos y periodistas cuenten efectivamente con los recursos humanos, materiales y económicos para su adecuada operación.
Expresó además sus condolencias y solidaridad con la familia, amistades y colegas del activista, el periodista y el escolta de éste último.
Eugui Roy Martínez Pérez, originario de Oaxaca, era un joven de 21 años estudiante de biología que realizaba actividades de cuidado, preservación y defensa del medio ambiente, además de promover la educación ambiental entre niños, niñas y adolescentes. El 7 de mayo en la mañana fue asesinado en un ataque armado en el rancho propiedad de su familia, en el municipio de San Agustín Loxicha, Oaxaca.
En tanto que Armenta Ávalos, originario de Ciudad Obregón, municipio de Cajeme, Sonora, era director general del periódico Tiempo y del Semanario Última Palabra.
Debido a una serie de incidentes y agresiones previas, entre las cuales estuvo un atentado con una granada al periódico en 2016, se le incorporó al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación, por lo que contaba con un plan de protección que incluía servicio de escoltas por parte de la policía municipal.
Según la información recabada por la ONU-DH, el atentado se llevó a cabo alrededor de las 15 horas del 16 de mayo afuera de un restaurante en Ciudad Obregón, dejando sin vida al comunicador y a uno de sus dos escoltas, mientras el otro fue gravemente herido.