Madrid. Nuevas regiones de España iniciaron este lunes su desconfinamiento, que ya es una realidad para el 70% de los españoles, aunque siguen excluidas de momento Madrid y Barcelona, las zonas más golpeadas por el coronavirus.
Cuando comienza la décima semana de restricciones, el país consiguió reducir notablemente la incidencia de la enfermedad: en las últimas 24 horas, se registraron 59 defunciones y 285 contagios, cifras no vistas desde hace más de dos meses, según los datos del ministerio de Sanidad.
"Estamos en una fase de muy baja transmisión. Gracias a todos los hemos conseguido y estamos ya llegando a la parte final, nos va a costar un poquito todavía pero estamos en la parte final", celebró el director de emergencias sanitarias, Fernando Simón.
En su rueda de prensa diaria, el doctor señaló que los datos eran "realmente buenos", si bien pidió prudencia dado que las cifras podrían verse desvirtuadas por el retraso en la comunicación de datos durante el fin de semana.
La región de Madrid, cuyo ejecutivo regional de derecha se mostró irritado por la decisión del gobierno central de mantener el confinamiento, es la que más defunciones registra, con 16 en el último balance, seguida por Cataluña.
Durante el fin de semana, centenares de personas se manifestaron en diferentes barrios de la capital para exigir la dimisión del presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Las protestas, convocadas en redes sociales y respaldadas por partidos de derecha, se han expandido también a otras ciudades del país.
"Madrid está preparada para pasar de fase" y comenzar la desescalada del confinamiento, dijo este lunes en la radio pública RNE el responsable de Sanidad de la región de Madrid, Enrique Ruiz Escudero. "La verdad no entendimos la decisión de no haber pasado", señaló.
El gobierno del socialista Pedro Sánchez estima que Madrid, la región más golpeada por la pandemia del coronavirus con un tercio de casos y decesos, no ha garantizado todavía que tiene los medios necesarios para enfrentar un eventual rebrote de covid-19.
Al igual que Madrid, una gran parte de la región vecina de Castilla y León y Barcelona, la capital de Cataluña (noreste), no pasaron a la fase 1 del desconfinamiento, que permite entre otras cosas la apertura de terrazas de bares y restaurantes y las reuniones de hasta un máximo de diez personas.
Pero para limitar el impacto económico, el gobierno flexibilizó las condiciones para estas zonas todavía en "fase 0" y les permite a partir de este lunes a pequeños comercios atender clientes sin cita previa.
"Veo coherente ir poco a poco, hay que ir con cautela", estimó a la AFP en Barcelona Manuel Moreno, un trabajador de 40 años en una residencia de ancianos, un tipo de establecimiento que ha sufrido particularmente la pandemia.
"La economía se tiene que reactivar, pero si la gente viera lo que hemos pasado los (trabajadores) sanitarios, no sería tan egoísta", dijo.
Nuevas zonas del país, como Granada y Málaga en Andalucía (sur), Toledo (centro) o Valencia (este) entraron este lunes en la fase 1 del desconfinamiento, que la mitad del país había adoptado el lunes de la semana anterior.
Anticipando un retorno a la normalidad, los gobiernos del País Vasco (norte) y Galicia (noreste) anunciaron la celebración el 12 de julio de las elecciones regionales previstas el 5 de abril y aplazadas por la pandemia.
A día de hoy, un 70% de los españoles han iniciado el desconfinamiento progresivo en tres fases que el gobierno prevé terminar a finales de junio.
España es uno de los países más tocados por el coronavirus, con más de 27 mil 700 fallecimientos y 231 mil 600 casos notificados.