Ciudad de México. Ante el “derrumbe” del modelo neoliberal en el mundo, precipitado por el Covid-19, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que “sería absurdo” insistir en su aplicación para enfrentar la actual crisis económica.
En un ensayo de 30 cuartillas, comentó que se requiere buscar un modelo “del todo nuevo” y es indispensable “desechar las recetas de siempre, propuestas por organismos financieros internacionales, supuestamente orientadas a revertir las crisis recurrentes”.
Lo anterior, porque “en los hechos, provocan nuevos ciclos de concentración de la riqueza, nuevas espirales de corrupción, crecimiento de la desigualdad, ensanchamiento de los abismos sociales entre las regiones y entre lo urbano y lo rural y, a la postre, un agravamiento de los fenómenos de desigualdad, desintegración social, migración, marginación y miseria”.
En el documento La nueva política económica en los tiempos del coronavirus, el mandatario estableció que en México “estamos construyendo un nuevo modelo de país con base en cinco principios fundamentales e indisolublemente relacionados entre sí: democracia, justicia, honestidad, austeridad y bienestar”, en el que se da preferencia a los pobres, pero destacó la oportunidad que representa para las familias de mejores ingresos el “enorme campo de negocios” que abre la ratificación del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC).
“Es un hecho que el tratado atraerá más inversión extranjera para la industria de exportación; hoy precisamente, la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, me informó que a pesar del coronavirus, en el trimestre enero-marzo, la inversión foránea fue de 10 mil 334 millones de dólares; es decir, 1.7 por ciento superior a la
registrada en el mismo trimestre del año pasado”, comentó.
Las cadenas cadenas productivas integradas a Estados Unidos y Canadá “se fortalecerán por los reacomodos en el comercio mundial propiciados por el abierto enfrentamiento entre China y Estados Unidos. México es, pues, un país de oportunidades en el que sus habitantes de todas las clases sociales podrán gozar de bienestar, paz y felicidad”, mencionó el mandatario.
“A diferencia del sofisma neoliberal, según el cual si llueve fuerte arriba gotea abajo –como si la riqueza fuera permeable y contagiosa–, ahora nosotros destinamos los apoyos para el bienestar empezando por la base de la pirámide social y de ahí hacia su cúspide”, explicó.
López Obrador dijo que pretende demostrar con este documento, elaborado en su “tiempo libre” de los últimos días.
No son ocurrencias, el ensayo es producto de una reflexión y de la experiencia, recogiendo los sentimientos del pueblo, precisó.
Con el fortalecimiento de la capacidad de consumo de las clases populares “obtienen beneficios los sectores de mayores ingresos. Atendemos a los pobres por convicción y por humanismo, pero también lo hacemos porque creemos que si destinamos recursos a los menos favorecidos habremos de lograr una más rápida reactivación de la economía para salir de la crisis”, dijo.
Su propuesta consiste en suma, “en establecer un Estado de bienestar igualitario y fraterno para garantizar que los pobres, los débiles y los olvidados encuentren protección ante incertidumbres económicas, desigualdades sociales, desventajas y otras calamidades, donde todos podamos vivir sin angustias ni temores”, destacó López Obrador.
El regreso a la nueva normalidad “debe ir acompañado de la convicción de profundizar en los cambios ya iniciados por nuestro gobierno y poner atención en todo aquello que permita mejorar las condiciones de vida de los mexicanos para alcanzar una sociedad mejor”, añadió.