De enero a abril alcanzó 5 mil 129 millones de pesos, lo cual representó un aumento anual de 46 por ciento, el más alto que se haya reportado para un periodo similar desde 2005, cuando comienza el registro de esos movimientos.
Los trabajadores que cotizan en una Administradora de Fondos para el Retiro (Afore) tienen derecho a sacar parte de sus ahorros después de 46 días de haber sido despedidos. Por ello la información de abril corresponde a quienes perdieron su empleo en febrero, antes del freno de la actividad económica por las medidas de distanciamiento social que buscan enfrentar la pandemia por el nuevo virus.
El monto de retiros acumulados en abril también superó en 55.8 por ciento el de marzo anterior, cuando fueron mil 21 millones de pesos.
Por Afore, Coppel reportó el mayor monto al contabilizar 349.7 millones de pesos. Le siguieron Citibanamex, con 286 millones, y Azteca, con 265.1 millones.
De Afore Banorte fueron retirados 242.7 millones de pesos; Profuturo, 150.7 millones; Sura, 100.3 millones; Invercap, 89.1 millones.
Afore Principal registró retiros por 63.2 millones de pesos, seguida por Inbursa, con 40.8 millones, Por último, Pensionissste, 3.8 millones.
El retiro parcial por desempleo es un derecho de todos los trabajadores. Lo pueden realizar una vez cada cinco años y está diseñado para ser utilizado en tiempos de dificultades financieras.
Según la ley, un empleado puede sacar el equivalente a un monto de entre 30 y 90 días de su salario base o hasta 11 por ciento de su ahorro para el retiro en caso de que documente 46 días de que fue dado de baja de la seguridad social por desempleo. Sin embargo, los retiros de las cuentas de las Afore reducen el ahorro para la jubilación y también las semanas de cotización.
La pérdida de empleo en marzo y abril, además de la que se prevé para mayo, amenaza con dañar los ingresos de recursos y liquidez de los fondos de pensiones mexicanos, porque los desempleados dejan de contribuir a su Afore y comienzan a sacar el dinero al que tienen derecho por desempleo para compensar la pérdida de ingresos, advirtió Moody’s.
La calificadora agregó que su escenario base es que el desempleo reducirá las entradas de fondos de pensiones debido a una disminución en las contribuciones y el aumento de la desocupación elevará los retiros de fondos de pensiones afectando su liquidez, lo cual es negativo para la evaluación del riesgo crediticio de las Afore.
México tiene una fuerza laboral informal considerable, con aproximadamente 56 por ciento de la población mayor de 15 años trabajando informalmente y sin cotizaciones a seguridad social o pensiones. En la medida en que aumenta el desempleo en el sector formal, muchos de esos empleados recurrirán al sector informal, lo que afectará aún más las perspectivas de crecimiento del sistema de pensiones
, agregó.