Ciudad de México. La epidemia de Covid-19 también ha golpeado en lo económico a la Iglesia católica en el país. Con el cierre de los templos, la suspensión de misas y servicios religiosos prácticamente no tiene entrada de recursos para los gastos ordinarios mensuales, afirmó el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Alfonso Miranda Guardiola.
Algunas parroquias han logrado pagar los salarios de sus empleados gracias a donaciones que reciben. Detalló que las diócesis más afectadas son las que se ubican en zonas rurales como en Huauhtla de Jiménez y Tehuantepec, en Oaxaca; Tlapa y Ciudad Altamirano, en Guerrero, y en Lázaro Cárdenas, en Michoacán.
En entrevista, resaltó que a pesar de esta situación, la Iglesia continúa con sus obras para apoyar a personas necesitadas aunque las solicitudes de ayuda son superiores a lo que puede otorgar. Miranda Guardiola expuso que con la campaña Familias sin Hambre han recibido 35 mil 941 peticiones de despensas, pero únicamente se han donado 16 mil 231, lo que equivale a más de 3 millones 246 mil pesos.
Indicó que para aminorar el golpe económico, se realizan múltiples acciones. Cada parroquia busca la manera de organizarse con su comunidad para recibir despensas y darlas a quienes las necesitan. Y, añadió, a nivel diocesano la curia es la tiene un poco más de recursos y puede recibir apoyos por parte de amigos y empresarios.
El también obispo auxiliar de Monterrey destacó que la Iglesia católica “ha ido por delante” en la toma de decisiones para salvaguardar la vida de su feligresía. “Ciertamente muy fuertes, que a veces no le ha gustado a muchas personas, pero las ha tenido que hacer en función de cuidar la salud de los fieles, especialmente de la gente mayor que es la que más acude a los templos”.