Ciudad de México. De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el sector pesquero también ha sido afectado indirectamente por la pandemia de Covid-19, debido a los cambios en la demanda de los consumidores, el acceso a los mercados o los problemas logísticos relacionados con el transporte y las restricciones en las fronteras.
Esa situación puede tener un “efecto perjudicial en los medios de vida de los pescadores y los acuicultores”, y también impactar en la seguridad alimentaria y la nutrición de las poblaciones que dependen del pescado para obtener proteínas animales y micronutrientes esenciales.
Y es que la FAO detectó que en algunos países ha habido un descenso del consumo de alimentos marinos, lo que ha incidido en una caída de los precios de los productos pesqueros.
Señaló que los gobiernos deben proteger las cadenas de producción.
“Las actividades fundamentales de la cadena de suministro de la pesca o la acuicultura son la pesca, la producción acuícola, la elaboración, el transporte y la comercialización al por mayor y al por menor. Cada eslabón de la cadena es susceptible de perturbación o interrupción debido a los efectos derivados de la Covid-19”.
Advirtió que “si uno de estos eslabones entre el productor, el comprador y el vendedor se rompe a causa de la enfermedad o las medidas de contención, el resultado será una serie de perturbaciones en cadena que afectará a la economía del sector”.
Para tener disponibilidad de los productos del mar, “resulta esencial que a cada fase de la cadena alimentaria de la pesca y la acuicultura se le brinde toda la protección posible”.
En abril la FAO ya tenía “datos objetivos de una reducción del esfuerzo de pesca en partes de África, Asia y Europa”, y quizás esto empiece a cambiar un poco con los desconfinamientos paulatinos.
Probablemente lo anterior se deba a muchas flotas dependen en gran medida de los mercados de exportación, las medidas de distanciamiento y la menor cantidad de suministros, tales como hielo, artes de pesca y cebos, por el cierre de proveedores. También puede incidir la escasez de mano de obra, pues algunas tripulaciones están formadas por trabajadores migrantes, que no han podido cruzar las fronteras.