Sobre el tornado que afectó a localidades cercanas a Apodaca, Nuevo León, el pasado 8 de mayo, el Servicio Meteorológico Nacional, detalló que durante ese día y un día antes informó en diferentes comunicaciones sobre el fenómeno. Explicó que diversas tormentas generaron nubes de embudo que provocaron el fenómeno.
Informó que tuvo una categoría EF-2 en la escala Fujita Mejorada, lo que significa que conlleva daños considerables, los cimientos de las casas se pueden mover y arrancar los autos del suelo.
Explicó en un comunicado que durante la tarde y noche del 8 de mayo se formaron zonas de tormentas intensas en el noreste de Coahuila, centro y norte de Nuevo León, norte de Tamaulipas y norte de Puebla, las condiciones se intensificaron durante el transcurso de la tarde, ocasionaron lluvias muy fuertes con descargas eléctricas y granizo en varios municipios de esos estados.
Detalló que un fenómeno severo de esta naturaleza generalmente es originado por varios factores. Entre ellos están que la tarde del 8 de mayo, el Frente Frío Número 60 se ubicó sobre el noreste de México, al norte de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
También estaba el eje de una vaguada extendida desde el norte de Coahuila y Nuevo León hasta el centro de México, que también producía inestabilidad en esa zona del país. A lo cual se suman las temperaturas de 36 a 39 grados centígrados que había en esa región.
En los niveles superiores de la atmósfera se ubicó una corriente en chorro que favoreció valores de divergencia muy altos, persistentes desde 48 horas antes. Añadió que del análisis de la información de satélite del 8 de mayo se muestra gran desarrollo vertical y patrón de giro en la nubosidad asociada con el tornado de Apodaca. También se reportó granizo en sitios aledaños a la zona del tornado.
La magnitud de los vientos del tornado fueron de 180 a 220 kilómetros por hora lo que lo ubica, tentativamente, como en la categoría EF-2 de la escala Fujita Mejorada que se utiliza en Estados Unidos.