Ciudad de México. Por la epidemia de Covid-19, se han agudizado las condiciones precarias en las que viven miles de migrantes haitianos y africanos que están en la frontera sur y norte: no tienen trabajo, comparten vivienda con más de 10 personas y tampoco reciben apoyo por parte de las autoridades, denunció el Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos (CCDNAM).
“Para evitar una tragedia, el gobierno mexicano debe resolver su situación, sobre todo en Tapachula (Chiapas) donde hay bastante pobreza. Si los migrantes tuvieran permisos para permanecer en el país, podrían moverse a otros estados y obtener un empleo”, dijo Wilner Metelus, presidente del comité.
En entrevista, expuso que “hay un plan” por parte las autoridades para deportar a los migrantes detenidos a sus lugares de origen, “pero Haití es uno de los países que está viviendo una situación muy difícil por Covid-19, es de los más pobres en el mundo y no está preparado para recibir a sus connacionales”. Por ello, insistió, es necesario regularizar su situación y establecer un programa para entregar apoyos como despensas.
Metelus mencionó que en la frontera sur se localizan más de 5 mil 500 haitianos y africanos, muchos viven hacinados en departamentos, tienen problema para conseguir alimentos y no reciben atención médica ni en los casos de personas que presentan síntomas relacionados con Covid-19.
En la frontera norte, añadió, donde viven poco más de 4 mil 300 haitianos, principalmente en Tijuana, Mexicali, Tecate y Ensenada, en Baja California, la mayoría tiene permisos para permanecer en México pero debido al aislamiento social, no han podido renovar sus documentos, lo que les limita a seguir trabajando, algunos laboran en maquiladoras y otros más se emplean en la informalidad.
Muchos no tienen recursos económicos para pagar su renta y para sobrevivir “hacen coperacha entre ellos, algunos han empeñado objetos para conseguir algo de dinero, pero he recibido llamadas de que muchos de ellos no tienen comida”, afirmó el activista.