Londres. El Reino Unido registró más de 36 mil muertes hasta principios de mayo presuntamente causadas por el coronavirus y una sobremortalidad de 50 mil desde el comienzo de la pandemia respecto a la media de años anteriores, según estadísticas oficiales publicadas el martes.
Estas cifras, recopiladas por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS), son siempre superiores a las del ministerio de Sanidad.
Este, que solo contabiliza los fallecimientos de personas que dieron positivo al test de Covid-19, anunció el martes 627 nuevas muertes registradas, lo que lleva a 32 mil 692 su balance total desde el inicio de la pandemia.
Por su parte, la ONS contabilizó en seis semanas, entre el 21 de marzo y el 1 de mayo, 36 mil 473 casos en cuyo certificado de defunción se inscribió el Covid-19 como la causa probable del fallecimiento.
La tendencia semanal confirma una progresiva disminución de casos desde mediados de abril pero muestra que la situación sigue siendo complicada en las residencias de ancianos.
"Desafortunadamente, los geriátricos están experimentando una reducción más lenta", dijo a la BBC Nick Stripe de la ONS.
Según Stripe, a finales de abril las muertes en esos centros superaron a las muertes en hospital por primera vez desde el inicio de la pandemia.
Sólo en Inglaterra, hasta el 8 de mayo se habían producido más de 8 mil muertes en geriátricos, según los datos recopilados por la ONS.
Esta también dio cifras del exceso de mortalidad causado por la pandemia: en total, durante esas seis semanas, fallecieron 50 mil personas más que la media registrada en el mismo periodo de los últimos cinco años.
País con mayor cantidad de decesos en Europa y segundo del mundo después de Estados Unidos, el Reino Unido decretó el 23 de marzo un confinamiento general que se relajará muy ligeramente por primera vez el miércoles -sólo en Inglaterra-, con salidas más libres y el regreso de algunos empleados al trabajo.
El verdadero desconfinamiento se planea a partir de junio con la reapertura de las escuelas primarias y algunos comercios no esenciales, así como la reanudación de la temporada deportiva a puerta cerrada.
Pero el primer ministro Boris Johnson advirtió que no dudaría en "echar el freno" a la relajación si se registra una evolución preocupante de las infecciones.