Cuernavaca, Mor. A un año del asesinato de los dirigentes de comerciantes ambulantes en el Centro Histórico de Cuernavaca, Jesús García Rodríguez y Roberto Castrejón Campos, perpetrado a un costado de palacio estatal, sus compañeros los recordaron y denunciaron que la Fiscalía General del Estado (FGE), ni el gobierno que lidera Cuauhtémoc Blanco Bravo, les han hecho justicia.
El dirigente de la Coalición de Comerciantes de Plaza Lido y Degollado de Cuernavaca, Mario Lara López colocó un ramo de flores y una veladora en donde cayeron los cuerpos, a manera de homenaje.
Hace 12 meses, ambos líderes habían participado, temprano, en una reunión en uno de los salones del palacio de gobierno, en la que debatieron la reorganización y distribución de sus agremiados en el primer cuadro de la capital del estado.
Las víctimas, que estaban adheridos a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), fueron agredidas mientras escuchaban las declaraciones que daba a un grupo de reporteros el entonces exsecretario de Desarrollo Social, Gilberto Alcalá.
Se sabe también, que disputaban espacios para el comercio informal en el centro de Cuernavaca, con la organización Nuevo Grupo Sindical, fortalecida durante el gobierno del perredista Graco Ramírez.
Inmediatamente después del asesinato de su hijo y él compañero de éste, Roberto Castrejón, padre, responsabilizó a Bulmaro Hernández y Benhur Hernández, líderes de la organización Nuevo Grupo Sindical, de haber cobrado la vida de su vástago —y de Jesús García Rodríguez, también exorganizador de la feria de Cuernavaca—, pero esa línea de investigación no avanzó.
Este viernes, luego de su breve conmemoración en recuerdo de sus colegas, el dirigente del comercio, Mario Lara, exigió a las autoridades de los tres niveles de gobierno, hallar al autor o autores intelectuales, y sean condenados, pues hasta la fecha permanecen impunes.
Ese mismo día, el 8 de mayo de 2019, los policías del palacio de gobierno y comerciantes detuvieron a unas cuadras de distancia al hombre que disparó y mató a Jesús Rodríguez y a Roberto Castrejón, e hirió al hermano de éste, Rafael Castrejón, y a un reportero gráfico de Morelos.
Pero, a un año del homicidio, la Fiscalía General del Estado que encabeza Uriel Carmona Gándara, no ha avanzado en el esclarecimiento del caso, ya que no ha informado quién o quiénes pagaron al sicario, ni ha esclarecido el móvil.