En febrero pasado el consumo privado en México se contrajo 0.5 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El retroceso del Indicador Mensual del Consumo Privado (IMCP) —que mide el comportamiento del gasto realizado por los hogares del país en bienes y servicios de consumo, tanto de origen nacional como importado— es el primero desde marzo del año pasado.
Al interior del IMCP se reportó que la mayor contracción se registró en la adquisición de bienes importados, pues esta fue de 0.8 por ciento.
Mientras que la compra de bienes y servicios nacionales tuvieron un retroceso de 0.4 por ciento, siendo la parte de bienes la que tuvo la caída mas pronunciada.
En su comparación mensual, el consumo privado tuvo una baja de 0.5 por ciento con cifras ajustadas por estacionalidad, con lo que sumó tres caídas en los últimos seis meses.
El resultado se explica por la caída de 0.2 por ciento en el componente nacional, que abarca cerca del 90 por ciento del consumo privado interno de México.
En tanto, los bienes, especialmente los semi duraderos, cayeron en 0.6 por ciento y los servicios aumentaron en 0.3 por ciento.
Analistas de Monex consideraron que el consumo de los hogares al iniciar el año mostraron vulnerabilidad a pesar del incremento de 20 por ciento en el salario mínimo y de una inflación controlada.
Destacaron que al igual que con la inversión, que observó una contracción, los datos del consumo privado dan muestras de una debilidad que antecede a la crisis generada por el coronavirus, ya que sucedió durante el periodo en el que comenzaron las restricciones para evitar una mayor propagación de la enfermedad.
Estimaron que en los siguientes meses el indicador registrará caídas abruptas, por lo que se mantendría en niveles mínimos durante abril y mayo, con el riesgo de que la debilidad se extienda durante el resto del año en función de una descomposición mayor en el mercado laboral.
Los especialistas mantuvieron su expectativa de que el producto interno bruto (PIB) tenga una variación anual de 6.5 por ciento en 2020, siendo el consumo y la inversión los elementos más afectados de la demanda agregada.