La crisis de Covid-19 dejaría al país hasta 8.1 millones de personas sin empleo, a uno de cada tres hogares con pérdida del 50 por ciento de ingresos e impactos serios en la desigualdad social, donde los más pobres son los más vulnerables a carencia alimentaria, efectos en la salud mental e ingresos. Esto indican datos hasta abril -cuando apenas iban unos días de la Jornada de sana distancia- de la Encuesta de seguimiento de los efectos del Covid en el bienestar de los hogares mexicanos (Encovid-19) levantada por la Universidad Iberoamericana.
Graciela Teruel, del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de esa Universidad, presentó el resultado de la encuesta a 833 personas en todo el país a mayores de 18 años, representativa a nivel nacional, que ofrece información sobre los cambios que han sufrido los hogares a partir de la emergencia sanitaria
El sondeo reveló que los niveles de ansiedad y depresión son más altos, sobre todo en mujeres y adultos mayores y en los sectores de menos recursos.
Ante ello planteó que se requiere una política de ajuste, preservar fuentes de empleo, garantizar mínimo de bienestar en los hogares pobres, transferencias de ingreso en el orden de 5 mil pesos mensuales por hogar. Establecer un Ingreso Básico Universal focalizado en zonas de alta pobreza y servicios de ayuda telefónica por salud mental.