Sao Paulo. Un tribunal de segunda instancia decidió ayer por unanimidad mantener la condena contra el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), de 17 años, un mes y 10 días de prisión por corrupción y lavado de dinero en el caso vinculado a una casa de campo en la ciudad de Atibaia, en el estado de Sao Paulo.
Durante la sesión, realizada vía conferencia debido a la pandemia de Covid-19, los jueces negaron también la petición de la defensa para revisar la sentencia ante las "dudas, contradicciones y omisiones" que se suscitaron tras su sanción.
Lula, que siempre ha defendido su inocencia, fue condenado en noviembre de 2019 a 17 años de cárcel y un mes por corrupción y blanqueo de dinero al considerar la justicia, sin que se hubieran presentado pruebas, que recibió sobornos de las constructoras Odebrecht y OAS, que habrían llevado a cabo reformas en una propiedad en Atibaia, a cambio de favorecer a estas dos empresas en futuros contratos con la estatal Petrobras.
El abogado de Lula, Cristiano Zanin, calificó de "injusta y arbitraria" esta decisión y cuestionó la negativa del tribunal a celebrar la vista presencialmente, ya que de manera virtual le impidió a la defensa "aclarar hechos o formular preguntas", lo que constituye "una violación de la garantías constitucionales" y de los derechos previstos en el Estatuto del Abogado.
El fallo no tendrá consecuencias inmediatas sobre Lula, quien ya salió de prisión tras cumplir casi 600 días de prisión por otra condena, relacionada con el caso Triplex, que encabezó el ahora ex ministro de Justicia Sergio Moro.