El presidente Andrés Manuel López Obrador y funcionarios del sector salud aclararon ayer que hay alternativas de atención, incluso en los cinco centros urbanos con mayor índice de contagios: Ciudad de México y zona metropolitana; Cancún, Quintana Roo; Tijuana, Baja California; Culiacán, Sinaloa, y Villahermosa, Tabasco.

En conferencia de prensa, aseguró que el país se ha preparado para un escenario de desborde en terapia intensiva, aunque ello no ocurra.

“No va a ser así porque nos vamos a seguir portando bien –quedándonos en casa– pero estamos hablando de alrededor de mil 800 camas de terapia intensiva que ya se tienen para el momento más difícil”, dijo.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, presentó una gráfica de la trayectoria de la epidemia, elaborada por matemáticos coordinados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Apoyado en datos sobre el valle de México, precisó que siendo muy puntuales, el 6 de mayo sería el momento cumbre, y luego la curva empezará a descender, si y sólo si se cumplen las medidas de sana distancia.

En ese punto, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México aclaró que el pico de la epidemia no significa levantar las medidas de la emergencia sanitaria; la jornada de sana distancia concluye aquí el 30 de mayo.

El subsecretario explicó que los avances tampoco significan que el problema se haya resuelto. Si bien la situación se ha estabilizado en las zonas metropolitanas de Guadalajara y Monterrey, en todos los municipios del país hay por lo menos un caso de Covid-19 en distintas etapas de contagio.

Consideró que la perspectiva para el valle de México representa una buena noticia porque permitirá reorganizar la atención y continuar con el plan de segmentar las intervenciones, según cada región, “para evitar que la epidemia nos rebase.

Los matemáticos estaban en lo cierto. El momento cumbre de la epidemia, se había dicho originalmente, sería entre el 8 y el 10 de mayo; si fuésemos muy puntuales, el 6 de mayo, mencionó López-Gatell.

También admitió que en este momento hay un desbalance de las oportunidades de atención, de ahí la relevancia de tener un sistema nacional de salud, para distribuir apropiadamente a los enfermos.

Ayer solicitó a la población que ya no acuda a los institutos nacionales de Enfermedades Respiratorias, de Ciencias Médicas y Nutrición, ni al de Cardiología, porque ya están al límite de su capacidad.

En seguida, el Presidente mencionó que la contingencia se atenderá con base en información y no con medidas autoritarias. Insistió en que si bien ya estamos en momentos de mayor crisis en las ciudades con mayor incidencia de casos, eso no quiere decir que en el resto del país se deba relajar la disciplina o confiarse. Estamos hablando de estos 10 días [de mayo]. Ya falta poco, vamos a hacer este último esfuerzo de guardarnos, pidió.

Al igual que el director del IMSS, Zoé Robledo, subrayó que no se harán distinciones entre población con y sin seguridad social. Incluso, mencionó, a partir del convenio firmado con hospitales privados hasta el más pobre de los pobres puede ir al hospital Ángeles. 

Vamos bien

El mandatario dijo el jueves que México es de los países con un mejor manejo de la pandemia y hasta ahora vamos bien a diferencia de lo que sucede en otras latitudes, donde colapsaron los servicios de salud.

Agradeció a quienes han ayudado, de los sectores público, privado y social, como la Fundación Mexicana para la Salud, en la cual participa la Facultad de Medicina de la UNAM y el Tec Salud.

La iniciativa ha logrado recaudar 900 millones de pesos para la compra de protección del personal de salud; los 340 mil paquetes se distribuyen desde ayer en 51 hospitales, de 24 entidades del país, dijo Héctor Valle, director de Funsalud.

(Con información de Ángeles Cruz y Alonso Urrutia)