Nueva York. Expresiones sociales de protesta incluyendo paros y huelgas laborales, estudiantiles y de vivienda brotaron en diversas esquinas del país este primero de mayo en que podría ser un aviso de un movimiento social disputando el manejo político y económico de la pandemia y sus costos para millones de familias trabajadoras.
Ahora con un total de 30 millones de desempleados oficiales en las últimas seis semanas -el jueves el gobierno federal anunció que se registraron otros 3.8 millones de personas para beneficios de desempleo públicos en la última semana- amplios sectores de esta sociedad se encuentran de pronto en lo que ya se proclama como la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Con ello se estrena la gran disputa sobre quién cargará con las consecuencias inmediatas en una sociedad con la mayor desigualdad económica en décadas.
Desde que estalló la crisis de la pandemia, se han registrado por lo menos 100 acciones laborales -paros, manifestaciones, peticiones y más [https://paydayreport.com/covid-19-strike-wave-interactive-map/]. Muchos han sido motivados por demandas para proteger a trabajadores “esenciales”, sobre todo a quienes están en el sector de salud y transporte (por ejemplo, cientos de trabajadores de transporte público en Nueva York se han contagiado de coronavirus), como también en rastros y empacadoras de carne donde ahora, bajo una orden ejecutiva presidencial, están obligados a trabajar a pesar de que cientos (casi 900 en una sola planta de pollo Tyson) han sido contagiados, como para exigir sitios de trabajo con medidas de protección de salud.
Sindicatos, centros y cooperativas laborales, organizaciones de defensa de derechos y más han encabezado estas batallas. Algunos de los ejemplos más públicos han sido paros y manifestaciones en los centros de distribución y almacenes de Amazon -empresa que ha lucrado más con la pandemia- como otras incluyendo Target, Walmart y FedEx para exigir mayores protecciones para cientos de miles de sus trabajadores.
Mientras tanto, organizaciones de jornaleros como la Coalicion de Trabajadores de Immokalee y otras en California y Nueva York están exigiendo protecciones de salud, subrayando que como han sido designados “esenciales”, no pueden ser tratados como “desechables” al mismo tiempo.
A la vez, organizadores de una campaña multiestatal para realizar una huelga de renta por miles de personas a través del país este primero de mayo, señalaron que se calcula que el mes pasado un tercio de inquilinos de vivienda no pudieron pagar su renta, y que ese número crecerá. Por lo tanto, agrupaciones de inquilinos y organizaciones dedicadas a la vivienda anunciaron una de las acciones más ambiciosas en años para declarar una huelga de renta exigiendo la cancelación y/o aplazamiento de la renta mensual hasta que se supere la crisis por la pandemia.
El movimiento, bajo el hashtag #CancelRent, junto con otras iniciativas paralelas en diversas ciudades -desde Nueva York, California, Arkansas, Nueva Jersey y Pennsylvania- señalan que tampoco desean un retorno a la mismo después de la crisis, sino transformar el sistema de vivienda para trabajadores y los sin techo.
Mientras tanto, en comunidades diversas, están brotando organizaciones de “asistencia mutua” creando redes para primero cumplir con atender necesidades urgentes como alimento y medicinas para miles de familias en diversas ciudades y pueblos, pero donde la idea es tejer organización social de largo plazo bajo el concepto de “no caridad, solidaridad”.
Por otro lado, estudiantes universitarios en múltiples instituciones incluyendo la Universidad de Chicago, la Universidad de Pennsylvania, New School, Vassar y otras de alto prestigio están convocando a una huelga de pago de colegiatura, vivienda y alimento dentro de sus escuelas en protesta por lo que consideran una respuesta inadecuada a las necesidades de estudiantes ante la crisis de la pandemia.
Ambientalistas, en conjunto agrupaciones laborales, indígenas, agencias de desarrollo promueven una campaña para exigir una “recuperación justa del Covid-19 para proteger a trabajadores y clima” en Estados Unidos y alrededor del mundo [https://350.org/es/just-recovery/] y nuevas acciones entre sindicalistas y ambientalistas [https://www.labor4sustainability.org].
Los mártires de Chicago, de cuyo movimiento nació el Primero de mayo, y sus herederos seguramente están a la expectativa de un posible renacimiento de su lucha en medio de la pandemia.