Washington. Más de 3.8 millones de trabajadores recién despedidos en Estados Unidos solicitaron beneficios por desempleo la semana pasada a medida que la economía del país se hunde más en una crisis que se está convirtiendo en la más devastadora desde la Gran Depresión de la década de 1930.
La cifra significa que más de uno de cada seis trabajadores estadunidenses no tiene empleo.
Pese a que el nivel de pedidos sigue siendo muy elevado, es menor al número registrado en la semana previa, cuando se contabilizaron 4.4 millones de nuevas solicitudes.
En la última semana de marzo, se marcó un récord histórico de 6.8 millones de pedidos de beneficios por desempleo.
Aproximadamente 30.3 millones de personas suman ahora quienes han solicitado ayuda por desempleo en las seis semanas desde que el nuevo coronavirus comenzó a obligar a millones de empleadores a cerrar sus negocios y recortar sus fuerzas laborales.
Esa cifra supera la de las personas que viven en las áreas metropolitanas de Nueva York y Chicago combinadas, y es, con mucho, la peor serie de despidos registrados hasta ahora.
A medida que más empleadores recortan sus nóminas para ahorrar dinero, los economistas han pronosticado que la tasa de desempleo para abril podría llegar a 20 por ciento. Esa sería la tasa más alta registrada desde la de 25 por ciento durante la Gran Depresión.