Para afrontar el estrés que niñas y niños de tres a seis años padecen debido a la pandemia de Covid-19, es fundamental el juego y la validación de sus emociones, de acuerdo con María Teresa Monjarás Rodríguez, académica de la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los pequeños en edad preescolar sí perciben esta situación de amenaza sanitaria, lo que representa un estrés no normativo o cotidiano, pero han implementado un afrontamiento de tipo emocional y evitativo, “y no asumirlo directamente se asocia a niveles de ansiedad altos en esta población, de por sí vulnerable”, explicó.
A propósito del Día del Niño, que se festeja mañana, 30 de abril, la especialista en sicopatología del desarrollo comentó que en una exploración que hizo con madres de familia, la mayoría indicó que perciben cambios de conducta en los infantes a partir de la contingencia sanitaria: apatía, llanto, berrinche, intolerancia, aburrimiento o sobrealegría.
“La reacción que tienen ante este evento depende de múltiples factores que van desde su desarrollo neurobiológico, cognitivo y temperamento, hasta el conocimiento en el manejo de emociones y el contexto familiar, entre otros”.
Al cumplir la mayoría de edad, muchos de los que ahora son niños de tres a seis años recordarán este resguardo de diferente manera, y eso dependerá de lo que sus padres modelen en ellos; “es momento de enseñarles cómo enfrentar esta situación y otros problemas subsecuentes”.
Para disminuir el estrés en los niños, Monjarás Rodríguez subrayó que como adultos debemos conservar la calma y ser tolerantes; escuchar a los pequeños; limitar el acceso a la televisión, teléfonos celulares y pantallas; crear rutinas de actividad física y jugar con ellos, pues a través del juego pueden manejar mejor sus emociones.
“Una de las estrategias es que a través del juego hablen del virus. Son niños muy pequeños, pueden ilustrar la situación con plastilina o con dibujos; se les debe guiar y preguntarles qué le dirían al virus, qué les enoja de esta situación y cómo podrían combatirla”.
También es importante no forzarlos, respetar sus emociones, pero validarlas. “Si están berrinchudos o enojados, hay que decírselos, para que identifiquen qué está pasando; mostrarles disponibilidad y otorgarles la seguridad de que esta situación pasará y mientras los vamos a acompañar”.
Este 30 de abril es importante celebrar a los niños con actividades que les gusten, dentro de casa, recomendó Monjarás Rodríguez.
“Como padres tenemos que ser muy creativos. A esta edad les llama la atención los dibujos animados, los colores, la música; estos elementos pueden ser utilizados para entretenerlos, además de reforzar la adquisición de habilidades socioemocionales”, concluyó.