Ciudad de México. El Día de Lucha contra el Ruido, que se conmemora este 29 de abril, debe implicar la necesidad de robustecer nuestro marco legal, asegurar el derecho al descanso, y la posibilidad de habitar en espacios libres de ruido, dijo Jimena De Gortari Ludlow, coordinadora de Investigación de la Universidad Iberoamericana (Ibero), quien sostuvo que el ruido vulnera nuestros derechos fundamentales y es un problema de salud pública.
Explicó que la conmemoración de esta fecha se dio por primera vez en la ciudad de Nueva York el 24 de abril de 1996, y fue organizado por un grupo de personas con problemas auditivos con el propósito de alertar a la ciudadanía sobre los riesgos de la sobreexposición al ruido.
Desde entonces, añadió, cada miércoles último de abril, una lista cada vez más larga de países en todo el mundo se unen a esta conmemoración con el objetivo de promover el cuidado del ambiente sonoro, la salud auditiva y la conciencia sobre los peligros del ruido.
Tras señala que la Ibero se une a este importante esfuerzo mundial ante la inminencia de un problema que se ha tornado muy grave y pone en riesgo la salud física y social de la población mexicana, la directiva universitaria dijo que debe insistirse en que el ruido es perjudicial en muchos ámbitos, y que se debe continuar en las investigaciones para entender y difundir la complejidad implicada en este fenómeno y formular propuestas concretas que mejoren la calidad acústica de nuestras ciudades.
En un comunicado de la Ibero, dijo que en estos días de pandemia del Covid-19 se reconoce el creciente interés por el entorno sonoro en el que habitamos, quizás como consecuencia del silencio al que nos hemos visto forzados que permite a muchos, contrastar la ausencia de las numerosas fuentes de sonido que conforman ese ruido al que estamos tan habituados y que lamentablemente nos envuelve de forma permanente.
El ruido ha sido desde hace mucho tiempo una compañía constante e invisible que tiene impactos en la salud, en lo social, en lo económico y que además puede ser una causa de comportamientos violentos.
Pedimos que al volver a nuestras actividades, cada uno de nosotras y nosotros se haga responsable (#TodxsSomosResponsables); también solicitar a las autoridades que continúen con su labor en esta lucha contra el ruido y que siga apareciendo en su agenda como uno de los problemas urbanos a ser atendido, por ser el segundo contaminante ambiental de las ciudades.