Río de Janeiro. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, nombró este martes a dos aliados para encabezar el Ministerio de Justicia y la Policía Federal apenas horas después de que el máximo tribunal autorizó investigar acusaciones del ministro de Justicia saliente de que Bolsonaro trató de interferir con la agencia policial.
Bolsonaro nombró a André Mendonça, un pastor evangélico que ha sido el fiscal general desde 2019, para remplazar a Sérgio Moro al frente del Ministerio de Justicia, y a Alexandre Ramagem como director general de la policía federal.
Ramagem, que fue director de la agencia de inteligencia ABIN y supervisó la seguridad de Bolsonaro en la campaña electoral de 2018, ha sido fotografiado con los hijos de Bolsonaro. Su cercanía con la familia presidencial ha generado preocupaciones de que les dará trato preferencial.
El legislador izquierdista Marcelo Freixo dijo el martes en Twitter que presentó una demanda contra la nominación.
El juez del Tribunal Superior de Justicia, Celso de Mello, falló el lunes que la Policía Federal tiene 60 días para interrogar a Moro, cuya renuncia la semana pasada generó revuelo en la administración tras denunciar que el presidente quería acceder a información policial en momentos en que sus hijos, de acuerdo con reportes, eran objeto de investigaciones.
“El presidente —que está también sujeto a las leyes, al igual que cualquier otro ciudadano de este país— no está exonerado de la responsabilidad penal derivada de sus actos", escribió Mello en su decisión, publicada en el portal de la corte suprema.
Al anunciar su renuncia el 24 de abril, Moro dijo que Bolsonaro le comentó en múltiples ocasiones que quería remplazar al jefe de la Policía Federal con alguien que pudiese facilitar el acceso a investigaciones y reportes de inteligencia.
La semana pasada, el fiscal general Augusto Ara le pidió a la corte suprema abrir una investigación sobre las acusaciones hechas por Moro, que ganó prominencia como el juez que presidió la vasta investigación anticorrupción "Lava Jato" (Autolavado). Moro era el ministro más popular del gabinete de Bolsonaro y su puesto en el mismo ayudó a reafirmar la base de apoyo de su administración y la apariencia de respeto al estado de derecho.
En su pedido, el fiscal general dijo que el discurso de Moro implicaba a Bolsonaro en varios crímenes posibles, incluyendo obstrucción de justicia, y pidió que el exministro fuese interrogado para que proveyese pruebas para sustentar sus acusaciones.
Aras dijo en una entrevista el lunes por la noche con la división local de CNN que la investigación abarcará tanto a Moro como a Bolsonaro.
“Cuando iniciamos la investigación, no nos acusábamos mutuamente”, dijo. “Queremos esclarecer los hechos”.
Moro renunció cuando Bolsonaro destituyó al director general de la policía federal. El presidente aseguró que el funcionario había renunciado, pero Moro sostuvo que no era cierto y que no había aceptado renuncia alguna.
En un discurso el día que renunció el ministro de Justicia, Bolsonaro negó querer enterarse sobre las investigaciones en curso, pero no respondió a la acusación de que quería un sucesor que le brindara información.