Ciudad de México. A principios del mes de abril los principales grupos cerveceros de nuestro país anunciaron que dejarían de producir y distribuir producto por órdenes del gobierno federal, ya que la producción de cerveza no se considera una actividad esencial, lo que provocó que cientos de mexicanos hicieran compras de pánico, dejando una fuerte escasez en algunos puntos de venta que provocó lo inevitable, el alza del precio sin previo aviso de hasta $80 pesos.
A pesar de que ningún grupo cervecero ha anunciado un aumento de precios en sus productos, se han encontrado negocios que mantienen la venta pero con un incremento entre 50 y 60% aproximadamente.
Sin duda, estamos ante un evento poco común, lo cual ha preocupado a propios y extraños; esta situación afectará no solo a dueños y empresarios que vendían cerveza dentro de sus comercios y establecimientos, quienes atraviesan un momento difícil ante las grandes pérdidas económicas que aguardan durante y una vez terminada la contingencia, ahora tienen un problema más, pues se enfrentarán a un mercado incierto debido al desabasto y a estos aumentos de precios; por otra parte algunos consumidores han manifestado su molestia con este aumento; sin embargo, las últimas cervezas de nuestro país se siguen vendiendo a estos precios, y por ende, agotándose, mientras la industria cervecera no reanuda sus actividades regulares.