Acapulco, Gro. El delegado de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Coddehum) en la Costa Grande de Guerrero, Eliseo Jesús Memije Martínez, murió en una emboscada que le tendieron civiles armados en la comunidad de Yetla, municipio de Coyuca de Benítez, en la región de la Costa Grande, informó la Fiscalía General del Estado (FGE).
El ataque, en el que también falleció su hijo Uriel Memije Ávila, se cometió alrededor de las 20 horas del viernes cuando se dirigían a su casa en su camioneta, en un acceso que va a la comunidad de Yetla, donde vivían, agregó la fuente.
Policías Ministeriales implementaron un operativo de búsqueda de él o los probables responsables del crimen.
La dependencia informó que al sitio de la agresión acudieron peritos de la Dirección General de Servicios Periciales, quienes realizaron las diligencias de ley y recabaron indicios. Luego los cuerpos fueron trasladados a las instalaciones del Servicio Médico Forense del puerto de Acapulco.
Condenó el asesinato de su delegado regional y de su hijo y exigió que no haya impunidad. La Coddehum expresa su más amplia y enérgica condena por el cobarde asesinato del delegado regional de esta institución en la Costa Grande, Jesús Memije y de su hijo Uriel
, señala el texto.
“La Coddehum exige a las autoridades estatales y federales una investigación exhaustiva que, por supuesto, privilegie su tarea de defensor de los derechos humanos y lleve ante la justicia a los autores de este incalificable crimen.
“Como institución nos duele y nos indigna; no apagaremos nuestra voz hasta que haya justicia para él, para su hijo y para todos aquellos que han sido víctimas en las mismas circunstancias. No aceptaremos que prevalezca la impunidad.
Memije Martínez dedicó más de 25 años a la tarea de defender los derechos fundamentales. Hace un año trabajó en la delegación de la Coddehum en Acapulco y en febrero pasado fue designado delegado regional en Costa Grande, con sede en el municipio de Tecpan de Galeana.
Ramón Navarrete Magdaleno, presidente de la Coddehum, condenó el crimen, y exigió el esclarecimiento del homicidio “cometido en contra de un hombre ejemplar, con más de 25 años entregado a la tarea de defender los derechos fundamentales.
Los activistas de los derechos humanos, ya sea desde la sociedad civil o desde los organismos públicos, desarrollamos una tarea de riesgo, pero con alta vocación, valor y compromiso social”.
Todos los días salimos a la calle sin más armas que la ley, con el único objetivo de devolverle a la sociedad la paz, la justicia y la dignidad que le han sido arrebatadas. Como institución nos duele y nos indigna; no apagaremos nuestra voz hasta que haya justicia para él, para su hijo y para todos aquellos que han sido víctimas en las mismas circunstancias. No aceptaremos que prevalezca la impunidad
, concluyó.