Ciudad de México. En febrero pasado el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el cual observa el comportamiento de la economía mexicana a corto plazo, se contrajo 0.2 por ciento en términos reales, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Dicho dato anticipa un panorama negro, según analistas.
Luego de cerrar 2019 con un crecimiento estancado, la economía mexicana continuó en el segundo mes del año con una tendencia en descenso, pues la medición mensual aproximada del producto interno bruto (PIB) mostró cifras negativas.
La reducción mensual de 0.2 por ciento con cifras desestacionalizadas fue el resultado de la contracción de 5.7 por ciento de las actividades primarias, que incluye la agricultura, ganadería y pesca.
Esta contracción resalta, ya que estas actividades tiene un peso de 3 puntos porcentuales en el PIB y es el mayor descenso reportado en los tres últimos años.
Mientras que la industria continuó descendiendo al reportar una contracción de 0.6 por ciento, esto principalmente porque la construcción continuó con un comportamiento negativo de 0.9 por ciento.
Además también se observaron las primeras afectaciones del coronavirus en el país en las manufacturas al caer 0.6 por ciento. Si bien aún no había casos reportados en México, la cadena de suministros provenientes de Asia ya se encontraba quebrantada.
Por su parte, solo el comercio, servicios y turismo crecieron 0.1 por ciento durante el segundo mes del año. Sin embargo, el comercio minorista descendió 0.35 por ciento y el mayorista cayó 3.2 por ciento.
En su comparación anual, el IGAE reportó una contracción de 1.6 por ciento respecto al mismo mes del año anterior.
En este caso, los tres grandes grupos de actividades observaron una disminución, siendo el sector primario el que tuvo el peor desempeño al caer 8.3 por ciento, mientras que la manufactura descendió 3.5 por ciento y el comercio, servicios y turismo cayeron 0.3 por ciento.
Analistas de Monex consideraron que los datos publicados por el Inegi muestran un panorama negro para la economía mexicana, pues reafirman la perspectiva negativa para el primer trimestre de 2020.
Consideraron que a partir de marzo las caídas serán aceleradas y concentradas en el sector terciario.
Mantuvieron su expectativa de decrecimiento de 6.5 por ciento para este año, mientras que la recuperación económica será lenta derivado de las contingencia sanitaria por la pandemia del coronavirus.
Expertos de Banorte opinaron que con una economía ya débil, mayores retos se vislumbran hacia delante.
Resaltaron que el principal lastre fue la industria ante disrupciones en las cadenas de suministro, mientras que los servicios no lograron acelerarse y continúan débiles.
Consideraron que hacia el segundo trimestre el golpe al sector servicios puede ser fuerte, principalmente en menos en abril y mayo, por las medidas de distanciamiento social y confinamiento derivado de la declaratoria de la “fase 2” de la pandemia en México el 30 de marzo, seguido del anuncio de la “fase 3” el 21 de abril.
Comentaron que las ventas de bienes –en particular considerados como esenciales– podrían mostrar un mejor desempeño.
Señalaron que la debilidad mostrada en la industria se explica por los primeros efectos de las disrupciones a las cadenas de suministro, situación que también se profundizará en los próximos meses.
Destacó que ante el complejo panorama –donde no es claro cuándo podría regresar la actividad a la ‘normalidad’–, su perspectiva de crecimiento para este año se mantuvo en una contracción de 7.8 por ciento.