Jerusalén. En una zona comercial de Jerusalén, decenas de personas forman cola ante una ferretería autorizada a reabrir. Tras semanas de parálisis, Israel procede a una desconfinación progresiva, que muchos viven como una "liberación", aunque el gobierno se mantiene en "guerra" contra el coronavirus.
En el marco de un plan "responsable y progresivo", el gobierno israelí, entre los primeros en haber tomado medidas drásticas para contener la propagación del coronavirus, autorizó la reanudación de las actividades en ciertos sectores desde el domingo.
Además de las farmacias y supermercados, que permanecieron siempre abiertos, las ferreterías, mueblerías, tiendas deportivas, librerías y papelerías pudieron reabrir, excepto en los centros comerciales, y bajo condición de aplicar ciertas reglas sanitarias.
Aunque sea parcial, la reapertura de comercios ha causado una sensación de "liberación" entre los clientes, señaló este martes Arié Herzog, gerente de una tienda de bricolaje de 600 m2 de superficie, ubicada en Talpiot, un barrio de Jerusalén.
"Vi la alegría en sus rostros, era como si partieran de pícnic al sentirse aliviados por haber salido de sus casas", destacó.
Uno de sus empleados, parado a la entrada del comercio, controla la temperatura de los clientes, que entran en cuanto otros se van. Teóricamente, solamente quince personas pueden encontrarse en el interior del local al mismo tiempo.
Aunque una vez adentro, la distancia es poco respetada y los clientes hacen fila a menos de un metro de distancia entre ellos frente a la caja.