Unión Hidalgo, Oax. Los ojos de Mariana se iluminaron cuando escuchó llorar a Arcelia, su tercera hija que nació este domingo con la ayuda de Juanita Zárate Solorza, la única partera tradicional de origen zapoteca en el municipio de Unión Hidalgo, Oaxaca.
Arcelia nació sana y su llanto invadió el cuarto, que es un espacio que adaptó en su hogar Juanita, quien a sus 60 años de edad ha ayudado a nacer a más de dos mil bebés en 45 años que lleva de practicar este oficio milenario.
El cuerpo de Arcelia se juntó con el de su madre por unos instantes, mientras Juanita le decía que estaba viva y que había nacido sin mayores complicaciones.
Mariana contó que eligió dar a luz acompañada de Juanita, porque considera seguro el espacio en el que ella realiza su labor, principalmente sin riesgos de contagio a la nueva “enfermedad” como le dice al Covid-19.
Y aunque sus primeros hijos los tuvo en el hospital, esta vez lo hizo con Juanita porque sintió confianza ya que le habló “suavemente y con un trato humano”.
Mariana y todas las parturientas que llegan con Juanita beben un chocolate caliente previo al parto, que según la creencia de las abuelas zapotecas les devuelve la vitalidad.
Arcelia antes de irse a su casa, recibió el primer baño de su vida, mientras su madre descansó un par de horas.
A nivel nacional, según proyecciones recientes del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, de abril a junio se darán 235 mil nacimientos, entre ellos el de la pequeña Arcelia, que nació este domingo con una partera tradicional.
En el espacio en el que trabaja Juanita hay una camilla, un cunero, accesorios y materiales que utiliza como una cinta métrica, un termómetro, tijeras, ungüentos y hasta equipo médico para tomar la presión arterial.
En México, según un estudio nacional llamado “Fortalecer la partería: Una deuda pendiente con las mujeres de México”, nuestro país poseía en 2014, 15 mil parteras tradicionales distribuidas en las zonas rurales y también en las ciudades y en esta región de Oaxaca, según datos de la Jurisdicción sanitaria número 2 Istmo, están activas 325 parteras tradicionales, entre las que destaca Juanita.
Volver a mirar la partería en plena pandemia
Hasta hace un mes, en los pasillos del Hospital Civil de Juchitán, Yasmín paseaba esperando su turno para la cita con el ginecólogo, pero todo se suspendió por el peligro que representa un contagio de Covid-19 en una mujer embarazada; ahora su control maternal lo lleva también con Juanita Zárate.
Para llegar al espacio de la única partera de Unión Hidalgo, la joven madre de 29 años de edad camina unas cuantas cuadras para recibir su consulta.
Yasmin confirmó la diferencia entre recibir una consulta en un cuarto de un hospital y en un espacio como el de Juanita, consideró que está más a gusto en el trato porque con facilidad le responde sus dudas, además de que no hay prisa porque acabe el tiempo. Juanita, la escucha y la orienta sobre que alimentos consumir y también acerca de cómo cuidarse durante esta etapa previo al alumbramiento.
También le clarifica las dudas que surgen en la evolución de su embarazo, y aunque ahora ya no pueda mirar a su bebé a través del ultrasonido, está conforme porque entendió que no se trata de lujos, sino de salud y prevención en medio de esta pandemia.
Cuando la partera le unta la crema y el aceite con las manos para tocar su vientres y así saber la evolución del bebé, Jazmín dice sentir una conexión de tres personas: ella, el bebé y la partera, y esa experiencia ha sido muy reconfortante.
“Sentir las manos suaves que tocan mi panza me han hecho reconectarme con mi bebé mucho, llevo a pie de la letra las cosas que me dice, de los cuidados, de evitar las bebidas gaseosas, comer frutas y verduras, ha sido una gran aliada acudir con ella, la partera Juanita es sabía y siento mucha confianza”.
Estoy preparada para recibir bebés en pandemia: Juanita Zárate, partera tradicional
Juanita Zárate comenzó como partera a los 15 años de edad, cuando aún era soltera, y ahora que es madre y abuela, continúa haciendo esta labor de ayudar a las mujeres en su alumbramiento de forma natural y en un espacio confortable.
Desde hace un mes, las embarazadas llegaron con mayor frecuencia y Juanita tuvo mayor trabajo, considera que el miedo a contagiarse de coronavirus las convenció de acudir con ella, porque la mayoría son de primera ocasión, pero está preparada para recibir a bebés.
Ella es una partera certificada por los Servicios de Salud de Oaxaca y con reconocimiento en la jurisdicción sanitaria número 2 Istmo.
Durante 30 años combinó este oficio con el de maestra de educación preescolar y recuerda que hace 12 años, en los sexenios de los expresidente Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto cuando se implementó el programa de salud “Seguro Popular”, la partería parecía agonizar, pero ahora confirma que con esta pandemia ha resurgido y casi a diario atiende a cuatro o cinco mujeres, y aproximadamente dos partos a la semana.
Antes de comenzar el ritual, Juanita toma su libreta y toma nota de los datos personales de cada paciente, las registra por nombre, edad, dirección, meses de embarazo y en caso de complicaciones o necesidades importantes también lo incluye, todo para llevar un control de la mujer y del niño sano.
Más de dos mil 500 infantes ha ayudado a traer al mundo; en sus libretas están registrados cada uno de los alumbramientos desde 1975, inclusive con agrado cuenta que ha atendido a las niñas que vio nacer y que ahora son madres.
Una vez que creó el expediente a pluma y papel, les pide que se acuesten y toma en sus manos unas cuantas gotas de ungüento natural, comienza a dar un masaje al vientre de las mujeres y le va explicando suavemente el estado en que se encuentra su bebé.
La Red Mexicana de Parteras Autónomas también ha señalado que por la crisis sanitaria, los hospitales reportan saturación y por ello considera necesario el reconocimiento social de la partería, porque es una opción y alternativa viable para las mujeres sin embarazos complicados.
En México según un estudio de la partería difundida en el 2017, el 96 por ciento de los partos son en hospitales y pesar de eso, en México hasta el 27 de diciembre del 2019, según el Observatorio de Mortalidad Materna en México murieron 690 mujeres por complicaciones gineco obstétricas y en Oaxaca fueron 26 mujeres las que perdieron la vida al dar a luz.
El INEGI, el año pasado difundió que de cada 100 mujeres embarazadas, 23.3% tuvieron cesáreas programadas y 22.8% cesáreas de emergencia.
Los tres estados que presentan los porcentajes más altos de cesárea programada fueron: Tamaulipas (33.3%), Nuevo León (31%) y Ciudad de México (29.1 por ciento).