San Cristóbal de Las Casas, Chis. El obispo de San Cristóbal, Rodrigo Aguilar Martínez, afirmó que “han crecido la conciencia y el cuidado preventivo” entre la población por la pandemia de Covid-19 y señaló que no ha recibido reportes de celebraciones religiosas masivas como las que se realizaron durante la semana santa en las que no se respetó la jornada nacional de sana distancia para prevenir contagios.
“Sigue habiendo quejas de algunas personas por celebraciones, pero yo hablo con los sacerdotes y me dicen que son pequeños grupos y se tiene el cuidado de que sean celebraciones que estamos llamando privadas”, agregó.
En rueda de prensa después de una misa que celebró este domingo a las 8 horas en el Centro Pastoral, en la parte posterior de la catedral, con la presencia de unas 15 personas, dijo que ante la pandemia “veo como dos extremos: Los que están muy celosos de evitar todo tipo de reunión y que reclaman que haya sólo de estas celebraciones (con poca gente) y los que quisieran que se estuvieran abriendo los templos”.
Reiteró que “existen distintas actitudes ante la pandemia, por lo que es necesario ir mediando con paciencia, siempre buscando el criterio clave: Me protejo para proteger; me cuido para cuidar, siempre bajo el criterio de que nos solidaricemos en una inmunidad que provoquemos nosotros. Si nos cuidamos mutuamente ayudamos a que el virus no entre en nuestro cuerpo, en la sociedad”.
Pidió a la población que “tengamos fe y esperanza en que esto no es sólo una tragedia, sino que nos está ayudando a ver nuestra fragilidad humana, los riesgos de contagio, pero está la Providencia Divina que no nos desampara, y que nos solidaricemos unos con otros para ayudarnos a resolver esto lo mejor posible”.
El obispo llamó a la población a que “no desesperemos y que esto nos ayude a entrar en la identidad de quiénes somos, cómo reaccionamos ante estas situaciones. Ni derrumbarnos ni fastidiarnos y sí estar muy sensibles y atentos a los demás, ver cómo podemos ayudarlos; tenemos una forma al alcance, la oración y tener el corazón disponible para ayudar a los demás”.
-¿Cómo se ha ido adecuando usted a esta situación y qué siente al no oficiar una misa normal, con muchas personas? -se le preguntó.
-Por una parte, siento el descanso de mucha actividad que estoy haciendo en casa, tiempo para orar, para leer, para estudiar, para descansar incluso, pero sí me siento a ratos vacío, y mi comunicación está siendo aprovechado las redes sociales. Bendito sea Dios que ahora tenemos ésto. Es una gran ventaja la posibilidad de comunicación telefónica o por medios electrónicos. De esa forma estoy pudiendo tener contacto con todos los sacerdotes, agentes de animación y coordinación pastoral. Me dicen lo que están viendo y percibiendo, me llegan las quejas y las peticiones. En fin, estoy en contacto con toda la diócesis desde la comodidad de un lugar, aunque a veces no es mucha porque no tengo muy buena señal en la casa y tengo que buscar otro lugar.
Aguilar Martínez señaló que en esta ciudad, visitada por turistas nacionales y extranjeros en todas las épocas del año, “ha disminuido demasiado la movilidad humana. San Cristóbal que es una ciudad muy turística, pero ahora está muy reducida la presencia de turismo en las calles. Es como una ciudad desierta. No deja de haber personas que están en la calle porque hacen trabajos necesarios que necesitamos y otras personas que están con mucha confianza y no le tiene miedo la contagio”.