Toluca, Méx. La Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) y el Poder Judicial mexiquense han emprendido un programa de preliberación de reos sentenciados por delitos menores y población vulnerable, con el fin de despresurizar los penales mexiquenses que se encuentran con problemas de hacinamiento debido a la sobrepoblación, y evitar la propagación del coronavirus que provoca Covid-19.

La idea es poder excarcelar en los próximos días y semanas, a por lo menos cinco mil personas privadas de libertad —siendo los de sentencias menores a cinco años, y por razones humanitarias, población vulnerable y personas que están por obtener algún beneficio—, para generar espacios dentro de los centros de reinserción social.

La implementación de esta medida, aseguró la Secretaría de Seguridad en un comunicado de medios, también atiende a razones humanitarias y "por ello además se contempla preliberar a reos en situación de vulnerabilidad, como son personas de edad avanzada, enfermos terminales, pacientes psiquiátricos y mujeres embarazadas o con hijos.

“Este proceso se rige por dos vertientes, una de ellas la libertad condicionada a través del uso de brazaletes de monitoreo electrónico y la libertad anticipada que consiste en la remisión parcial de la pena, además de considerar el proceso efectivo de reinserción social, así como el buen comportamiento que han demostrados las personas privadas de su libertad”, informó la SSEM.

En los últimos días, 59 personas han sido puestas en libertad y a mil 835 les han sido concedidos brazaletes electrónicos en el esquema de libertad anticipada, además de ampliarse a dos mil 786 brazaletes, siendo el sistema de monitoreo electrónico más grande con el que cuenta el país.

La Secretaría informó que se continúa con la revisión legal de más de cinco mil 500 casos, todos ellos atendiendo a los parámetros que se han establecido en el marco de la legalidad, y que por su condición son considerados como no graves, ni violentos serían los beneficiados.

En la actualidad, el sistema penitenciario mexiquense cuenta con una población de poco más de 30 mil internos pero la capacidad instalada es de apenas 18 mil, por lo que en la gran mayoría de los Centros de Reinserción Social hay condiciones de hacinamiento por la sobrepoblación penitenciaria.