Ciudad de México. Cualquier persona, sin importar su nivel educativo, puede caer en una noticia falsa o fake news, sobre todo en circunstancias de estrés y desesperación excesivos como la generada por la pandemia, según el investigador Jonathan Hernández, del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de Información (IIBI) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El especialista fue moderador en la segunda sesión del foro de la serie Información viral, organizado por aquel centro académico de la máxima casa de estudios del país y que tuvo lugar hoy con el tema Desinformación, redes sociales y verificación.
En el encuentro, transmitido vía streaming, participaron los investigadores Estela Morales y Carlos Piña, del IIBI y del Centro de estudios de opinión y análisis de la Universidad Veracruzana (UV), de forma respectiva, además del periodista Juan Manuel Solís, integrante del centro verificador de información Verificovid.
De acuerdo con este último, la actual crisis de salud ha propiciado a escala mundial un panorama de desinformación inédito en la historia de la humanidad, situación a la que calificó de sumamente grave.
Explicó que en ello ha incidido la aparición de un virus nuevo, desconocido para la ciencia, la acelerada generación de información científica y médica, la gran mediatización existente en torno de la enfermedad y sus consecuencias, pero sobre la hiperconectividad en las sociedades.
Destacó que tan sólo en México se estima la existencia de 70 millones de personas con acceso a internet, redes sociales y aplicaciones de mensajería electrónica, lo cual, dijo, acelera la transmisión del océano de información sobre el Covid-19 sin que la gran mayoría de los usuarios se detenga a verificar la certeza o la falsedad de la misma.
Carlos Piña consideró que la sociedad está sobrepasada por el uso de las redes sociales y la desinformación que éstas generan. Aseguró que la mayoría de quienes las usan no analiza, verifica ni ahonda en la información que recibe y se limita a compartirla.
“Nos vamos con los titulares, sobre todo los sensacionalistas; con esas ganas de compartir, de ganar la nota, de ser los primeros, porque da una imagen y estatus. Lo peor, que no tenemos cuidado de ver que es algo falso”, apuntó.
De acuerdo con el especialista, el confinamiento social en la que se encuentra varios países ha modificado el comportamiento en el uso de las redes sociales, al pasar de ser generadores de contenidos a sólo consumidores y difusores.
Estela Morales consideró que uno de los principales problemas en términos de información no es el exceso de la misma, sino el nivel educativo y cultural de las sociedades, y comparó la manera en la que enfrentan esta crisis sanitaria “países educados y disciplinados” como Japón y Corea del Sur con otros de “niveles educativos cuestionables”, como Ecuador.
De México, afirmó que existen todos los espectros y que en ellos nada influye lo económico: “Hay grupos muy educados, con sentido crítico, que han sido educados para cuestionar las cosas, para no creer cualquier chisme o la primer nota de laboratorio; pero también estratos sociales de bajísimo nivel cultural y educativo que son presas de cualquier noticia o información que corra”.
La sesión del foro está disponible en la página de Youtube del IIBI de la UNAM https://www.youtube.com/watch?v=qh1hHy8QCb4.