Frente a la pandemia por Covid-19, “los derechos humanos no están en contingencia” ni es posible transmitir “la idea errónea” de que existen futuros más importantes que otros, establecen académicos e investigadores universitarios ante el Proyecto Guía de Triaje para la Asignación de Recursos de Medicina Crítica elaborado por el Consejo por el Consejo de Salubridad General (CNS).
Demandan que antes de su aprobación definitiva, la conocida originalmente como guía bioética sea consultada y sometida a revisión.
Y debe hacerse así, argumentan, “para evitar que se difunda información que, a partir de argumentos de supervivencia, indirectamente promueva imágenes negativas sobre las personas que envejecen, la vejez y el envejecimiento y que, más allá de colaborar en el entendimiento de la crisis sanitaria que vivimos, propicie acciones discriminatorias o que promuevan la idea de que la vida y los futuros que pueden construir los ciudadanos mayores de 60 años valen menos que los del resto de la sociedad”.
Motivo de rechazo y controversia desde que se conoció su contenido el sábado pasado, esta guía tuvo algunos cambios ayer aunque sin eliminar el concepto de “vida por completarse” y asegura que podría parecer “injustamente discriminatorio hacia los adultos mayores, pero esto no es así”.
Sin embargo, en un documento dirigido tanto a las autoridades como a la opinión pública, científicos y estudiosos (entre ellos los especialistas en temas sobre envejecimiento) citan diversos instrumentos de aprobación internacional como la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores y donde se reconoce el pleno goce y las garantías individuales de los mayores de 60 años.
Entre estos están, puntualizan, el Derecho a la Vida y a la Dignidad en la Vejez, el derecho a la Seguridad y a una Vida Libre de Violencia y también el Derecho a la Salud como una obligación irrenunciable del Estado y que no podrá restringirse o suspenderse y se otorgará sin discriminación.
El documento es al mismo tiempo un llamado a los más amplios sectores de la sociedad “a sumarse a proteger y adoptar medidas” para garantizar los derechos de las personas mayores y sus familias, y a los gobiernos de los tres niveles “a honrar la democracia desde la realidad que viven las personas con 60 y más años”.
Se trata de sector poblacional – se remarca también- conformado por 15.4 millones de mexicanos, de los cuales 73.1 por ciento son totalmente independientes y más del 80 por ciento participan en programas comuntarios y sociales, “por lo que son parte fundamental de nuestra sociedad”.
Los lineamientos que propone el CNS, plantean frases y ejemplos que podrían promover medidas de actuación y edadistas que no tomarán en cuenta el principio pro persona de los mayores de 60 años y que su vida podría ser menospreciada.
“Pedimos que se cumpla con el mandato de velar por la protección y promoción de los derechos humanos de las personas mayores, ello redituaría favorablemente en el mejoramiento de la convivencia intergeneracional” de los mexicanos, indica también el documento.
Piden los firmantes además, ser parte del desarrollo de una política incluyente y con perspectiva de garantías individuales para las personas mayores.
Dentro de los nombres que suscriben el documento se encuentran expertos de diversos institutos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) así como especialistas de otras instituciones académicas públicas y privadas y sociedades de gerontogeriatría, entre otros.