Bruselas. La Unión Europea trabajaba el miércoles para evitar una reducción caótica y posiblemente desastrosa de las restricciones introducidas para contener el contagio del nuevo coronavirus, pidiendo a sus 27 miembros que tuvieran cautela en su regreso a la normalidad y basaran sus medidas en las recomendaciones científicas.
Austria, República Checa y Dinamarca ya estaban levantando algunas restricciones, mientras la Comisión Europea, el ejecutivo del bloque, se apresuró a presentar su hoja de ruta para que los miembros del mayor bloque comercial del mundo coordinen su salida de las cuarentenas, algo que estimaron podría llevar varios meses e incluir pruebas de virus a gran escala.
Unas 80 mil personas han muerto en Europa por el nuevo virus, lo que supone unos dos tercios de la cifra global, según el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades. La Comisión pidió confianza en los expertos del centro para orientar las estrategias nacionales de salida en las próximas semanas y meses.
Bruselas está muy preocupada por el daño que podría producirse si cada país traza su propia estrategia, después de que cundiera el pánico cuando la pandemia se extendió en Italia. Entonces se registraron cierres no anunciados de fronteras que provocaron enormes atascos y prohibiciones a las exportaciones que privaron a países muy afectados de material médico.
Además, la UE afronta la situación muy dividida. Francia extendió su cuarentena esta semana hasta el 11 de mayo y Bélgica parecía encaminada en dirección similar. También España renovó su estado de emergencia por segunda vez, en otras dos semanas.
“Esto no es -no lo es- una señal de que el confinamiento, las medidas de contención, puedan levantarse ya”, dijo a la prensa la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacando la necesidad de una comunicación clara en el bloque conforme los países salen de la cuarentena.
Advirtiendo que suavizar las restricciones “llevará de forma inevitable a un aumento correspondiente en los nuevos casos”, la Comisión advirtió que esto solo debía ocurrir cuando los contagios llevaran un tiempo bajando y los hospitales pudieran atender a más pacientes.
Aunque el organismo, que propone leyes europeas y vigila su cumplimiento, no detalla exactamente cómo debe hacerse la transición, sí insiste en su guía que “la salida debe ser gradual”.
“Una falta de coordinación en el levantamiento de las medidas restrictivas supone el riesgo de tener efectos negativos para todos los estados miembros y crear fricciones políticas”, indicó el comunicado.
La actividad laboral debe reanudarse por sectores en función de cuánto trabajo puede hacerse por internet, la importancia económica del sector o la clase de turnos que pueden introducirse El distanciamiento social debe mantenerse y no debe haber un regreso general al trabajo, añade la Comisión.
Los comercios podrían abrir de forma gradual, con la posibilidad de limitar el aforo de los establecimientos, y las escuelas podrían reabrir, aunque la comisión recomendó formar grupos más pequeños para que los estudiantes pudieran mantener una distancia segura entre ellos. También podrían escalonarse las horas de comida y dar prioridad a las clases a través de internet cuando fuera posible.
Bruselas señaló que debería dejarse un mes entre cada medida para valorar su efecto.
Además, los ancianos deberían estar protegidos durante más tiempo, mientras que restaurantes, bares y cines podrían reabrir con restricciones sobre el horario de apertura y el número de clientes. Las medidas contra aglomeraciones masivas como festivales y conciertos serían de las últimas en retirarse.
Para la mayoría, los síntomas del coronavirus desaparecen en dos o tres semanas. Pero algunos, especialmente ancianos y personas con problemas médicos previos, pueden sufrir complicaciones más graves como la neumonía o incluso morir.
La Comisión también recomendó que la realización de pruebas del virus aumentara de forma drástica y que se hiciera del mismo modo en toda la UE. La recopilación de datos, también a través de apps o celulares, “puede ayudar a cortar las cadenas de infección y reducir el riesgo de transmisión futura del virus”, señaló el documento, añadiendo que debe hacerse de forma voluntaria.
El único remedio infalible contra la enfermedad es una vacuna, de modo que la UE está invirtiendo en investigación para acelerar la búsqueda de una cura, y trabaja con la Agencia Europea del Medicamento para facilitar los ensayos clínicos y eliminar trabas burocráticas a su comercialización.
“Esta es nuestra mejor baza colectiva para derrotar el virus”, dijo Von der Leyen, anunciando una conferencia de donantes que se celebraría el 4 de mayo a través de internet para ayudar a reunir fondos para la iniciativa.