El deterioro económico acarreado por la pandemia de Covid-19 en México duplicará la tasa de desempleo y llevará a una contracción anual de 7.6 por ciento, la “peor disminución anual que se haya observado en el país, ya sea en la crisis de deuda de los años ochenta, el efecto Tequila de 1995 o la crisis financiera de 2008-09”, advirtió el banco de inversión UBS .
“Es probable que el impacto en el empleo no tenga precedentes en esta crisis (el presidente Andrés Manuel López Obrador ya anunció que se perdieron más de 300 mil empleos entre el 13 de marzo y el 6 de abril) y estamos pronosticando que la tasa de desempleo aumentará por encima de los máximos observados en la crisis del Tequila”, advirtió en una nota a inversionistas.
De acuerdo con la previsión de la institución financiera, se espera que al cierre del año, el desempleo se eleve a 6.9 por ciento, respecto del 3.5 por ciento de 2019. En la previsión de crecimiento, se estima una contracción 7.6 por ciento, con lo que se cuenta la segunda previsión más baja, con excepción del 8 por ciento, calculado por Bank of America.
UBS detalló que su previsión atiende, primero, a que Estados Unidos se contraerá en 6 por ciento este año y la respuesta del gobierno mexicano a la crisis es de las más débiles del mundo. Así, por trimestre, se espera una contracción de 13 por ciento en el segundo porque se detendrá el consumo y 11 por ciento en el tercero.
Adicional a ello, se espera que la inversión, que ya se había contraído en 4.9 por ciento durante 2019, se contraiga en un 20 por ciento adicional en 2020, mientras las empresas buscan preservar el efectivo.
UBS añadió que esta crisis va aparejada a una demanda global afectada simultáneamente, por que lo que las exportaciones mexicanas, ya desaceleradas, podrían caer hasta en 13 por ciento; mientras la producción industrial cae un 7 por ciento en 2020.
En este contexto, se espera que Banco de México reduzca las tasas de interés hasta un 4.25 por ciento al final del año; mientras la inflación termina en 3.3 por ciento. A la par, que el tipo de cambio quede en 23.50 pesos por dólar, ante las presiones de menores ingresos de divisas vías remesas, turismo e inversión extranjera directa.