Ciudad de México. La crisis provocada por la pandemia de Covid-19 en América Latina, apunta a que “van a haber pérdidas que tendrán que ser socializadas”. No obstante, al no tener los gobiernos de la región la misma capacidad fiscal que Estados Unidos o la Unión Europea para estos mecanismos, los países de la región deben revisar cómo lo harán en caso de que sea necesario, consideró Martín Rama, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.

“Tenemos experiencia de periodos en que hubo que hacer por emergencias la adquisición de activos, de carteras de mala calidad en los bancos, que luego tuvieron costos económicos y de confianza enormes en las instituciones. Por eso enfatizamos la necesidad de pensar desde ya en cada uno de los países que hay qué hacer”, explicó a propósito de las revisiones de crecimiento para las economías de la región.

 Se espera que México se contraerá 6 por ciento este año, la baja más pronunciada en la región igual a la de Ecuador, y que se recupere en 2.5 por ciento tanto para 2021 como en 2022. En toda América Latina la previsión es que la economía caiga hasta en 4.6 pro ciento. Para 2021 se espera un retorno del crecimiento de 2.6 por ciento.

 Rama detalló que en América Latina “pasamos de una situación difícil, a una situación mucho peor”. En la región se mezclan los hogares que viven al día y no disponen de los recursos para poder afrontar los confinamientos y las cuarentenas necesarias para contener la propagación de la epidemia; los trabajadores informales, incluso entre los asalariados; y los hogares que dependen de las remesas y “que están colapsando a medida que la actividad se paraliza en los países de acogida, donde los trabajadores migrantes se encuentran entre los más afectados”.

Es un triple choque el de la crisis actual, amplió Rama. Se afecta la demanda, la oferta, las finanzas; y a ello se suma la incertidumbre sobre el curso de la pandemia de Covid-19.

Bajo este contexto, recalcó, al estar acotadas las economías de la región debe estudiarse bien qué sectores se apoyarán, intentar priorizar el cuidado de los empleos, y así comunicarlo a la sociedad. “Cuando hay pocos recursos requiere ser selectivos”, subrayó.

El investigador explicó que en los países de América Latina no hay condicionespara lanzar paquetes fiscales como los de Estados Unidos o la Unión Europea, pero ello no implica o hacer nada. “Siempre es mejor planificar para el peor escenario”, recomendó.

 Subrayó que es crucial la manera en que respondan ahora los gobiernos de la región. “Todos nuestros países tenían una ambición de desarrollo: volvernos economías más prósperas, más inclusivas, reducir la desigualdad. Ahora estamos confrontando una emergencia (...) La forma que respondamos a la crisis ahora, va a hacer una enorme diferencia en nuestra capacidad de rebotar. Hacelo mal ahora nos va a volver mucho más difícil la transformación que esperábamos mucho antes”, advirtió.