Nueva York. La pandemia sin precedente en Estados Unidos no solo está contagiando a inmigrantes que realizan labores “esenciales”, sino que también es aprovechada por el gobierno de Donald Trump para impulsar medidas aún más antimigrantes y nutrir la xenofobia.
Las políticas antimigrantes de Trump ya habían impuesto un régimen de terror entre comunidades inmigrantes, donde a pesar de la emergencia de salubridad continúan las redadas por parte de agencias migratorias como ICE, que entre el pavor ante el coronavirus también genera temor de solicitar asistencia médica o económica o acudir a servicios médicos como hospitales y clínicas ante preocupación de ser identificados por “la migra”.
Una y otra vez Trump ha hecho referencia a “el muro” como parte de su respuesta al coronavirus, y con ello insiste en su narrativa de que este “enemigo” invisible, como otras amenazas, proviene del exterior.
Más aún, Trump, al culpar a “extranjeros” de esta pandemia está multiplicando los crímenes de odio por todo el país no solo contra mexicanos o latinoamericanos, sino ahora también contra asiáticos. Trump y varios de sus secretarios han insistido en bautizar al Covid-19 como “el virus Wuhan” y “virus chino”, a pesar de instrucciones explícitas de la Organización Mundial de Salud y del propio Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) de no aplicar etiquetas geográficas o de etnias a los virus.
Como resultado, se han multiplicado incidentes racistas contra asiáticos incluyendo ataques físicos y verbales. El propio FBI emitió una alerta confidencial sobre el incremento de crímenes de odio contra asiáticos-americanos, señalando que “pueden poner en peligro a comunidades” de descendencia asiática por todo el país, reportó ABC News.
Agrupaciones de derechos civiles denuncian que el uso de retórica racista por políticos están generando incidentes de odio de costa a costa, varios de los cuales son agresiones en que, por ejemplo en el metro de Nueva York, alguien le gritó a una mujer asiática “¡Regrésate a China!”, y en otro “¡Ustedes son los culpables, que chequen tu temperatura!”, y otras donde hay violencia potencialmente letal.
“El asalto sobre la migración ocurrió mucho antes de que llegara el virus a nuestras costas. Las políticas de Trump ya han construido esta idea de que los extranjeros, lo extranjero, los enemigos extranjeros, están atacando a Estados Unidos y que necesitamos poner a ‘América primero’”, comentó Erica Lee, directora de historia de inmigración en la Universidad de Minnesotta, en entrevista con PBS.
Por otro lado, la pandemia es utilizada por el gobierno de Trump para implementar nuevas medidas antimigrantes bajo el pretexto de la emergencia de salud., incluyendo anular en los hechos el derecho al asilo en la frontera con México.
El gobierno de Trump ha “expulsado” a casi 10 mil inmigrantes desde el 21 de marzo, empleando medidas de emergencia de salud. Con ello ha logrado deportar de inmediato, sin ninguna evaluación, a casi todo inmigrante indocumentado que cruza la frontera, reporta el Washington Post.
El comisionado del servicio de Aduanas y Patrulla Fronteriza Mark Morgan informó al periódico que con ello Estados Unidos ha cerrado casi por completo sus fronteras a solicitantes de asilo, incluyendo a los que intentan ingresar de manera legal en un cruce oficial. Pero insistió en que todo esto no tiene que ver con la política de inmigración, sino que la causa es “la crisis de salud pública” en Estados Unidos; y señaló que México da apoyo a estas medidas al aceptar a migrantes de origen centroamericano que están siendo expulsados.
A la vez, Amnistía Internacional acusa al gobierno de Trump de no ofrecer protección “adecuada” a los casi 40 mil inmigrantes que están detenidos, incluidos los que están en centros ya hay brotes de coronavirus. “Estados Unidos ha confirmado más casos de Covid-19 que ningún país del mundo, pero el ICE sigue sin adoptar medidas eficaces para evitar la pandemia en los centros de detención de inmigración de todo el país, poniendo así en peligro la seguridad de todos y todas”, afirmó Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Varias agrupaciones están exigiendo la liberación de los detenidos en los centros de detención, donde se está propagando el contagio, los cuales son, potenciales “hornos de la muerte”, comenta el reverendo Juan Carlos Ruiz a La Jornada.
Diversas organizaciones de inmigrantes y sus defensores también exigen que como tantos están haciendo trabajo designado oficialmente como “esencial”, que en medio de esta emergencia no solo cesen las redadas, deportaciones y más, sino que los trabajadores sean dotados con más equipo de protección, acceso a seguros de salud entre otras cosas [https://www.jornada.com.mx/2020/04/11/mundo/024n1mun].
“Ante esta pandemia... que estamos viviendo, el Frente Indígenas de Organizaciones Binacionales (FIOB) expresa y exige enérgicamente a los gobiernos estatales y federal poner atención a las necesidades económicas y humanas que en este momento está padeciendo los trabajadores considerados esenciales”, declaró la organización; y junto con otras organizaciones de inmigrantes indígenas hicieron un llamado nacional [https://medium.com/@PrensaComunitar/los-pueblos-ind%C3%ADgenas-en-la-diáspora-denuncian-una-respuesta-discriminatoria-ante-covid-19-727be2ec3bfe].
“En estos momento en que trabajadores inmigrantes están brindando servicios esenciales - desde producción alimenticia a salud - es indignante que este gobierno está enfocando en aterrorizar a migrantes para sus propósitos electorales del 2020… la crueldad es el punto”, afirmó Frank Sharry de America’s Voice.
Por otro lado, los efectos de las políticas antimigrantes y las consecuencias económicas devastadoras para la comunidad inmigrantes tendrá efectos en todos los países de la diáspora, incluyendo a México.
Un nuevo informe de BBVA calcula que las remesas a México se desplomaran en 17 por ciento este año o más, dependiendo de la evolución de la crisis, y que posiblemente no se recuperarán a los niveles anteriores hasta en una década. Los tres estados más afectados serán Michoacan, Oaxaca y Zacatecas, ya que las remesas representan más de10 por ciento de su PIB estatal.
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