El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que con los 50 mil millones de pesos que deben 15 grandes empresas al fisco se podrían entregar tres millones de créditos a pequeños negocios, en vez del millón que se tiene considerado para la crisis por el Covid-19. Aunque se comprometió a que esos recursos se destinarían para ello, dijo que también servirían para comprar 40 mil ventiladores para atender a enfermos graves de Covid-19.
Previamente, sostuvo que México está en condiciones de tener ocho mil camas de terapia intensiva para atender a enfermos graves “y vamos a tener más”.
Informó en Palacio Nacional que ayer hizo que le entregaran en mano la lista de los 15 grandes deudores al dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar, para que “en una de esas no ayude a cobrar”. Por cuestiones legales no puede dar los nombres, pero tal vez el líder empresarial lo haga. Sostuvo.
“Sería una contribución extraordinaria del CCE que nos ayuden a cobrar, sería un ejemplo mundial de apoyo, de solidaridad”, afirmó, tras cuestionar la campaña de sus adversarios para que, a pesar de la emergencia sanitaria “le vaya mal” a su gobierno. “Hay un interés obsesivo, enfermizo, irracional para que regrese el régimen corrupto que prevalecía… por eso los ataques”, subrayó.
Planteó que si los consorcios abonan la mitad de sus adeudos fiscales -25 mil millones de pesos- , se tendrían un millón de créditos más para pequeños negocios. Para el resto de sus deudas “se ve la posibilidad de quitar recargos, multas; lo que ya no se puede hacer es la condonación”, precisó.
El mandatario le pidió al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, hacer la cuenta sobre cuántos ventiladores podrían adquirirse con los recursos. Alrededor de 20 mil con el 50 por ciento del adeudo, pero “si pagaran los 50 mil millones de pesos serían 40 mil. Nos alcanzaría para todo, equipo para terapia intensiva, caretas, todo”, subrayó el presidente.
En el Salón Tesorería cuestionó la campaña que medios de comunicación mantienen en su contra. Pero “vamos bien” con la estrategia establecida para la pandemia del Covid-19, “si se compara con lo que ha sucedido en otros países. Claro, no es el momento de hacer la revisión, el balance, pero va a llegar el día… Esto pasará y no es tiempo para las quejas, depresiones, sino para la entereza y decir vamos para adelante.
“Por más campaña amarillista (en nuestra contra) no van a poder, ni pasarán nuestros adversarios con sus voceros. Ojalá rectificarán y por esta circunstancia especial de emergencia sanitaria hicieran una tregua… Pero están haciendo a un lado el amor al prójimo, están obnubilados. Hay quienes apuestan a que nos vaya mal. Es temporada de zopilotes”, reiteró.
Dijo que “muy difícil que convenza a los corruptos” de que el gobierno está preparado para la contingencia sanitaria, pero “hasta ayer teníamos 11 enfermos en terapia intensiva y estoy hablando de ocho mil camas que se están preparando. Esto ayuda para que no nos dejemos apantallar”.
El mandatario agradeció a los ciudadanos el apoyo que le brindan. “Hay una disminución considerable de movilidad, más de la mitad de la población guardada” y no tenemos problema con el abasto de alimentos, porque está garantizado.
Productores de huevo, pollo, carne de res, importadores, le ofrecieron apoyo, y “no hay ninguna limitación en el caso que fuese necesario importar alimentos”, aseguró.
Tampoco, sostuvo, “hemos tenido problemas de inflación y carestía, a pesar de esa oposición irresponsable que tiene el propósito de que fracasemos para que regrese el régimen corrupto, las condonaciones de impuestos, los contratos jugosos entregados a los cercanos al gobierno, influyentismo, los chayotes a medios, articulistas... Todo esto que desgraciadamente imperó por mucho tiempo”.
Recordó que esos grupos también se dedicaban a vender las medicinas. “Compraban cien mil millones de pesos y tres empresas vendían 70 por ciento. Imaginen como están, por eso tenemos que ir hacia adelante con una mano atendiendo la pandemia del Covid-19 y con otra, desterrando la corrupción, que es la peste más funesta, más dañina”.
El presidente defendió su derecho de réplica; “entre más mentiras se difundan yo tengo derecho a desmentir”, subrayó.