Madrid. En mitad de la primera sesión de control al gobierno en el Congreso de los Diputados desde el inicio de la crisis por el Covid-19, desde el ministerio de Sanidad difundieron los últimos datos de la crisis sanitaria: los fallecidos ya son 15 mil 238 y los infectados no paran de aumentar, llegando a los 152 mil 446. El informe fúnebre de cada día contrastó con el mensaje triunfal que intentó trasladar en el Parlamento el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, quien aseguró que la pandemia “está controlada” y al mismo tiempo auguró que lo más probable es que el confinamiento de la población se tendrá que prolongar más allá de abril.
Desde el pasado 14 marzo, alrededor de 45 millones de habitantes en España viven confinados, sometidos a una cada vez más rigurosa cuarentena en la que sólo se permite salir a las calles para ir a comprar enseres básicos, acudir a los poquísimos trabajos que todavía no se han prohibido, sacar a pasear al perro o trasladarse a algún centro sanitario para alguna urgencia o cita previa. Los niños tienen prohibido salir, ni siquiera pueden jugar en los espacios comunes de los edificios o fraccionamientos. El objetivo es evitar al máximo el contacto físico entre las personas y que se siga propagando el virus.
A pesar de ese esfuerzo ciudadano, que está a punto de cumplir un mes, los datos siguen siendo demoledores: más de 15 mil fallecidos y cada día se van sumando más de cinco mil infectados diarios. Con lo que, de mantenerse esta tendencia, la crisis sanitaria va todavía para largo, a pesar de que una parte del gobierno español intentó trasladar hace un par de días que posiblemente a partir del próximo 26 de abril se intentaría recuperar la normalidad poco a poco. Pero el propio presidente Sánchez fue el encargado de enfriar cualquier entusiasmo en ese sentido, al augurar varios periodos más de confinamiento, con lo que la cuarentena iría más allá de abril y posiblemente más allá de mayo.
Sánchez protagonizó así la primera sesión de control al gobierno desde el estallido de la crisis, en la que volvió a quedar expuesta la profunda división y el enfrentamiento que persiste entre los partidos políticos a cuenta de la crisis sanitaria. La oposición al pleno, incluidos los partidos nacionalistas que auparon a la presidencia a la coalición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP), criticaron con dureza la gestión de la crisis, por su improvisación, por la adopción de medidas unilaterales y sobre todo por el resultado mismo de la crisis: España es el segundo país con más muertos e infectados, y el primero en número fallecidos por índice de población y también el que más personal sanitario infectado tiene -más de 20 mil, lo que representa más de un 15 por ciento del total-.
A pesar del debate duro y tenso, el presidente español logró sacar a adelante la aprobación del “estado de alarma” quince días más. Pero el mandatario ya advirtió que lo más probable es que en dos semanas tenga que volver a acudir al Parlamento para pedir autorización para confinar a la población otros 15 días.
