Londres. El gobierno británico analiza este jueves la necesidad de prolongar el confinamiento al cabo de las primeras tres semanas, una decisión que debe tomar en los próximos días sin el primer ministro, Boris Johnson, aún en cuidados intensivos aunque "sigue mejorando".
Único líder de una gran potencia enfermo de covid-19, Johnson, de 55 años, pasa su cuarto día en la unidad de cuidados intensivos del Hospital St Thomas de Londres, cerca de Westminster, donde fue ingresado el domingo.
"Pasó una noche buena y su estado de salud sigue mejorando", afirmó el jueves a mediodía el portavoz de Downing Street.
Mientras tanto, el núcleo duro del ejecutivo y sus asesores médicos y científicos deben reunirse por la tarde en el comité gubernamental de respuesta a la crisis, conocido como COBRA, encabezados por el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, que reemplaza interinamente a Johnson.
El "COBRA determinará el camino para la revisión (del confinamiento) pero de momento tendemos a mantener las consignas", dijo el ministro de Cultura, Oliver Dowden, a la BBC.
Sin embargo, advirtió, no hay que esperar un resultado inmediato: "la revisión tendrá lugar la próxima semana".
"Cuando tengamos la oportunidad de realizar cambios, lo haremos, pero ahora no es el momento", dijo empezando a mentalizar a los británicos de que la situación muy probablemente se prolongará, como ha ido ocurriendo en otros países europeos.
El confinamiento en el Reino Unido es menos estricto que en otras naciones. Sus habitantes están autorizados a salir para ir a trabajar -en caso de que sea absolutamente necesario-, hacer la compra, ir al médico y hacer ejercicio físico, algo prohibido por ejemplo en España.
El ejercicio físico está teóricamente limitado a una vez por día pero a diferencia de Francia no requiere llevar consigo un justificativo escrito, no hay control efectivo de la policía y los parques están abarrotados de gente haciendo footing.
Con la llegada de las vacaciones de Pascua y el buen tiempo, las autoridades empezaron a multiplicar los mensajes por medios convencionales y redes sociales insistiendo en que la gente se "quede en casa".
Johnson, "se sienta" y "conversa"
Respecto del primer ministro Johnson, Dowden sostuvo que "las cosas van mejor", sumándose a los otros responsables gubernamentales que transmitieron en los últimos días mensajes tranquilizadores.
El ejecutivo ha dicho y repetido que el primer ministro no necesitó respirador y conservaba el buen ánimo.
Ya "se ha sentado y conversó con el personal médico", afirmó Dowden, presentándolo como un progreso.
Johnson fue diagnosticado con covid-19 el 27 de marzo e inmediatamente se puso en cuarentena en su apartamento de Downing Street. Pero diez días después, mientras otros enfermos notables como el príncipe Carlos -heredero al trono de 71 años- se habían recuperado, él seguía teniendo síntomas, entre ellos fiebre.
Sus médicos decidieron ingresarlo el domingo en St Thomas para realizarle unas pruebas, pero un día después su estado se agravó y tuvo que ser trasladado a cuidados intensivos.
Ha dejado instrucciones muy claras del camino a seguir en la lucha contra la pandemia, afirma por su gobierno.
Pero en los últimos días crecieron los interrogantes sobre cuánto poder tiene realmente Raab a la cabeza de un gabinete que toma las decisiones de forma colectiva... a menos que haya disparidad de opiniones, en cuyo caso decide su jefe.
Muy criticado por haber tomado medidas de distanciamento social más tarde que sus principales vecinos europeos, Johnson cambió el rumbo de una estrategia inicial aparentemente destinada a lograr inmunidad colectiva y el 23 de marzo ordenó el confinamiento.
Una "medida excepcional para circunstancias excepcionales", dijo en un solemne discurso televisado.
El Reino Unido se está convirtiendo en el nuevo punto candente de la pandemia de covid-19 en Europa.
El país tiene ya más 7.000 muertos por coronavirus, con un récord diario de 938 fallecimientos el miércoles.