Ciudad de México. La pandemia de Covid-19 está afectando de manera particular a los niños, niñas y adolescentes que viven en familias con economías de subsistencia en América Latina, ya que al verse impedidos de salir a la calle con motivo de las cuarentenas, la falta de recursos económicos se está volviendo cada vez más acuciantes, alertaron especialistas y pequeños de diversos países de la región.
Durante un foro virtual organizado este miércoles por la Red por los Derechos de la Infancia en México, Soledad García Muñoz, relatora especial de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, advirtió que las restricciones de movilidad están “afectando desproporcionadamente a determinados colectivos vulnerables”.
Dichos grupos sociales no sólo se enfrentan a la imposibilidad de salir a trabajar para obtener alimentos –en muchas ocasiones so pena de ser arrestados--, sino que además en sus domicilios no siempre tienen agua corriente, luz eléctrica, acceso a Internet y otros servicios básicos, lo cual profundiza sus condiciones de exclusión y discriminación.
Por ello, la experta llamó a las autoridades de todos los países latinoamericanos a identificar los casos más graves de precariedad y brindarles toda la ayuda necesaria. “Debemos priorizar a quienes hoy no tienen techo o alimentación, con una óptica de justicia redistributiva, y reivindicar los valores de solidaridad y el Estado social”, recalcó.
Por su parte, Alejandro Cussianovich, especialista internacional en derechos de la infancia, advirtió que el mercado no se autoregula ni le da a las personas estándares mínimos de justicia, por lo que grandes sectores de la sociedad están subsistiendo en condiciones cada vez más precarias.
En opinión del sacerdote y docente, “lo que está en juego con el Covid-19 no es sólo un problema económico, sino el propio rumbo de la humanidad”, por lo que esta crisis es una oportunidad de reinventar la sociedad en el escenario post pandemia.
De su lado, Emerson, un adolescente boliviano de 17 años de edad, lamentó que él y su familia se ha visto muy perjudicados por la cuarentena decretada por el gobierno de su país, ya que su madre es trabajadora independiente y, como muchas otras personas en América Latina, vive al día.
“En muchas familias los padres no están trabajando por estar en cuarentena y pasan por una situación crítica. Se ven familias de escasos recursos que no están generando dinero y hacen lo posible por subsistir”, dijo el joven, quien pidió que las autoridades de Bolivia le den ayuda económica a los sectores más desfavorecidos.
Francheska, adolescente de 16 años que vive en una zona popular de Lima, Perú, también señaló que sus ingresos y los de su familia se han visto muy afectados por la prohibición de salir a las calles, debido a la pandemia de coronavirus.
“Yo trabajo haciendo shows infantiles, decoraciones y cuidando niños. Yo me sostenía gracias a eso y ahora la única entrada de dinero de la familia es mi papá, que trabaja en un mercado, cargando papas. Si la cuarentena se sigue alargando, ya no vamos a tener con qué comer y somos siete en mi casa”, alertó.
La menor dijo que aunque el gobierno peruano le entrega a familias en extrema pobreza un bono de 380 soles mensuales –equivalente a 2 mil 700 pesos mexicanos--, “ese dinero ya se acabó y tenemos que pagar el alquiler del cuarto donde vivimos. Además, no ha sido repartido a todos; sólo algunos han salido beneficiados”.
Por todo ello, afirmó que “hay que enfocarnos en quienes están sufriendo más. Los estados sí o sí deben garantizar el abasto de alimentos. Yo quiero ir a la Universidad y ser sicóloga, pero esa meta está en pausa porque no he podido ir a la academia”.