Ciudad de México. La alameda de Santa María la Ribera, que apenas este fin de semana lució abarrotado de paseantes, perros y vendedores, fue cerrada con cintas amarillas para evitar la entrada a pasillos, áreas verdes y al tradicional kiosco Morisco, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Los corredores, personas con sus perros y adultos mayores tuvieron que conformarse con usar los alrededores y las bancas externas para poder permanecer en este parque de un área de aproximadamente 30 mil metros cuadrados.
Aunque el acordonamiento es una medida para limitar la concentración de personas, no faltó la señora que levantó las cintas para atravesar en diagonal la alameda y no rodearla.
La medida tomó por sorpresa a decenas de visitantes que al llegar al lugar y encontrar el acceso cerrado, tomaron a su perro, bicicleta o carriola y se dieron la media vuelta.
En contraste, los alrededores del parque, donde se encuentran cafeterías, tiendas de conveniencia, puestos semifijos, panaderías y locales de comida rápida, lucen un poco más concurridos, aunque se anuncia que el servicio es sólo para llevar.
En esta alcaldía, también fueron cerrados áreas verdes donde se localizan gimnasios al aire libre y juegos infantiles.