Tokio. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, afirmó este lunes que su gobierno planea declarar el estado de emergencia por el coronavirus en el país y propuso un paquete de ayudas por un billón de dólares para combatir los efectos sobre la economía de la pandemia.
"Esperamos declarar el estado de emergencia a partir de mañana tras escuchar la opinión del panel de expertos", dijo Abe a la prensa, agregando que el gobierno lanzaría un paquete por 108 billones de yenes para auxiliar a la tercera economía mundial.
"Estamos viendo un rápido aumento de nuevas infecciones en particular en áreas urbanas como Tokio y Osaka," afirmó Abe.
Esas dos grandes ciudades y otras cinco prefecturas estarían incluidas en el estado de emergencia, que dará poder a los gobernadores para pedir a la gente que se quede en casa, cerrar negocios que atraen a muchos clientes y reservar terrenos y edificios para objetivos médicos.
Sin embargo se trata de medidas menos restrictivas que en algunos países de Europa, donde se aplica el confinamiento estricto y multas para los que no lo cumplan.
"Prevemos, durante un período de aproximadamente un mes, pedir una mayor cooperación del pueblo japonés para reducir los contactos personales que conducen a infecciones", dijo Abe.
"En Japón, incluso si declaramos un estado de emergencia, no cerraremos ciudades como se ve en países extranjeros. Los expertos nos han dicho que no hay necesidad de dar un paso así", dijo Abe.
A pesar de ser vecino de China, donde apareció el nuevo coronavirus, Japón ha estado hasta ahora mucho menos afectado por la pandemia COVID-19 que Europa o Estados Unidos. El archipiélago registró el domingo unos 3.650 casos y 73 muertes, según un último balance oficial.
Sin embargo, el número de casos aumentó sensiblemente desde hace dos semanas, principalmente en Tokio, donde se registraron 148 nuevos contagios el domingo, un nuevo récord local.
Esto ha aumentado la presión sobre el gobierno para intensificar su respuesta a la pandemia. Además, la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, llamó a la población al teletrabajo y a evitar salidas no indispensables el fin de semana.