Ciudad de México. Promotores, artistas, intelectuales, gestores, micro, pequeños y medianos empresarios de las artes, la cultura y las industrias creativas, trabajadores y profesionistas independientes de esas industrias, así como ciudadanos enviaron una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador “para exhortarlo a incluir al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) en el listado de excepciones” al decreto que extingue, “de manera somera y sumaria”, todos los fideicomisos y mandatos federales.
Los firmantes explican que el Fonca es un organismo público creado en 1989 “cuya existencia, severamente amenazada por esta decisión, ha levantado una gran preocupación en nuestra comunidad y allende ella.
”El Fonca ha acusado desde siempre un marco normativo frágil, sin mayor andamiaje institucional que un mandato depositado en Banamex. A pesar de carecer de certeza jurídica, desde su creación ha funcionado de manera ininterrumpida y con razonable solvencia. Hace unos meses, ya durante su Presidencia, conoció una crisis política mayúscula; sin embargo, cabe decir que salió fortalecido de ésta pues, ante ella, las autoridades de la Secretaría de Cultura se esforzaron por transparentar aún más su operación y por diversificar su padrón de beneficiarios, aun pese a una arquitectura jurídica que de origen se antoja pobre, apresurada y endeble, y cuyas limitaciones quedan en evidencia hoy que su existencia misma está en entredicho”.
En el documento, que los integrantes de la comunidad compartieron con la prensa, detallas que “existen en nuestro país dos tipos de creadores: quienes se dedican a empeños que conocen un mercado potencial –la novela, las formas más accesibles de las artes escénicas o de la arquitectura– y acceden por tanto a financiamientos públicos o privados, y quienes, por las características mismas de su campo –la poesía, la ópera, el performance, la composición musical contemporánea, la creación en lenguas indígenas–, no pueden confiar su subsistencia al mercado y precisan un subsidio para llevar a cabo proyectos que acaso no conciten el entusiasmo de las masas pero contribuyen al enriquecimiento y la complejidad de nuestra cultura.
“Antes de 1989, el financiamiento de estos proyectos era discrecional, dependía de que el artista tuviera acceso a ciertos funcionarios y, a menudo, de que su obra complaciera –o siquiera no displaciera– a éstos. A partir de la creación del FONCA, son reglas y criterios claros, y jurados ciudadanos y expertos, quienes determinan la asignación de recursos. Si el FONCA existe es justo para combatir los privilegios, para democratizar y transparentar el acceso de los creadores a financiamiento público.
“Es en virtud de todo ello que nos dirigimos a usted no sólo para exhortarlo a incluir el FONCA en el listado de excepciones a este decreto sino para detonar un proceso que lo dote no sólo de un diseño institucional sólido sino de una estructura orgánica que garantice su funcionamiento probo y continuo.
“México necesita conservar y fortalecer el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Su pervivencia es la de una noción ciudadana de la cultura en un Estado social”.
Algunos de los firmantes son: Alejandro Magallanes, Ana Elena Mallet, Betsabeé Romero, Blanca Guerra, Carlos Hagerman, Cuauhtémoc Medina, Déborah Holtz, Dolores Béistegui, Hilario Galguera, Inna Payán, José Wolffer, Moisés Rosas, Mónica Dionne, Nailea Norvind, Orly Beigel, Susana Zabaleta, entre otros.