Ciudad de México. Los profesores de educación básica en la Ciudad de México son “presionados” por las autoridades educativas para reportar diariamente el seguimiento a las tareas virtuales a sus alumnos, enviar trabajos escolares, reportar evidencias de seguimiento académico, e incluso realizar evaluaciones, sin tomar en cuenta que muchos de ellos carecen de los recursos tecnológicos necesarios para clases virtuales o a distancia.
La sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación (CNTE), en la capital del país, denunció que este es un “camino errado” impuesto por las autoridades, y calificó de “absurdo” no considerar las dificultades laborales, económicas y emocionales que está pasando el pueblo de México ante la contingencia sanitaria y que muchos de estos estudiantes y sus familias no tienen acceso a Internet, computadoras, celulares y a plataformas para clases virtuales y a distancia. Datos oficiales del INEGI de 2019, indican que el 39.1 por ciento de los estudiantes o tienen Internet.
“No aceptamos se presione a los docentes para cumplir las ´disposiciones oficiales´. Los docentes hemos puesto nuestros recursos materiales y tecnológicos a disposición de los estudiantes y sus familias, mientras la Secretaría de Educación Pública (SEP) no tiene un programa efectivo para enfrentar esta crisis”, señala el posicionamiento del Comité Ejecutivo de Sección 9 Democrática SNTE-CNTE.
En este sentido, se exigió a la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México detenga esta situación, que “no se soliciten reportes absurdos y fuera de contexto y mejor se escuche a los docentes de cómo estamos ayudando a enfrentar esta crisis, pues al final se cerraron momentáneamente las escuelas para que regresemos todos juntos”.
La dirigencia seccional señaló que en las últimas juntas del Consejo Extraordinario, realizados entre el 20 y 23 de marzo del 2020, los colectivos docentes acordaron desarrollar una serie de actividades con sus alumnos durante el periodo que dure la contingencia sanitaria, tales como guías de estudio, compendio de actividades de repaso, sitios virtuales para acceder a museos, bibliotecas y otros espacios educativos, así como actividades recreativas y lúdicas, en la medida de las posibilidades de los estudiantes.
Pero esta presión hacia los maestros es un “camino errado”, pues lo que se requiere en este momento sí tener una cercanía con los estudiantes y sus familias, con un acompañamiento emocional y la información científica de la pandemia, pero es incongruente no considerar las dificultades laborales, económicas y emocionales que está pasando la población ante la contingencia y el insuficiente acceso Internet y de recursos tecnológicos.